Morcillo y su familia quieren seguir en el Avilés

«Aún sigo mal. Dicen que al día siguiente sale el sol, pero a mi me cuesta verlo todavía. Con el paso del tiempo las heridas acaban cicatrizando, así que toca esperar y tirar adelante pensando en lo que se ha conseguido esta temporada en Avilés», subraya con resignación antes de repasar esa derrota: «No me cansé de repetir que en este tipo de eliminatorias los detalles inclinan la balanza a un lado o al otro, no equivocarse, acertar. El partido seguramente habría tenido un final diferente si entran las dos ocasiones que tuvimos antes de que ellos se adelantaran. Nos condenaron los errores y no tuvimos margen para meternos en el partido».

El veterano defensa se emociona con la respuesta de una afición volcada tras el pitido final: «Todavía se me pone la piel de gallina -comprobamos que así es- cuando lo recuerdo. Hubo una ovación cerrada, un poco de silencio y más ovaciones. No escuchamos ni un reproche, tanto en la grada como al salir del estadio todo eran ánimos y consuelo por parte de la gente. Es algo que no tiene precio porque es en las duras cuando lo necesitas».

Con una trayectoria profesional intachable y años de oficio, el valenciano asegura que el golpe del domingo ha sido el más duro de los recibidos: «Puede ser que si. Lo teníamos en nuestra mano, era el escenario que queríamos, el campo más que lleno, la gente volcada. Me da mucha rabia». A Morcillo le tocó vigilar al chaval Samu y se las hizo pasar de todos los colores: «Soy el primero en levantar la mano. En el penalti me siento señalado, por mi mismo, pude hacerlo mejor y en gran parte las lágrimas con por esa jugada, me siento responsable y te duele por los demás».

Jorge Morcillo es uno de los futbolistas que finalizan contrato, y con cuerda para rato, es sincero al expresar su prioridad: «Quiero seguir en el Avilés, es normal y lo digo abiertamente, por lo bien que me están tratando en el club y en la ciudad, la mujer y los críos no desean irse, pero la decisión no solo depende de mis deseos, son ellos los que tienen la palabra. Lo normal es que quieran reforzar el proyecto para ascender y ojalá pueda entrar en los planes y estar un año más aquí».