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El Real Avilés Industrial está a dos partidos de completar la primera vuelta de la competición en una de las temporadas más atípicas de los últimos años a causa de las lesiones. A estas alturas, con quince jornadas disputadas, se cuentan con los dedos de una mano los jugadores que no han sufrido alguna dolencia que les haya sacado de una convocatoria o les haya impedido rendir al cien por cien.
Esa situación anómala ha llenado la enfermería desde que arrancó la liga y, aún así, el equipo puede presumir de sobreponerse a las adversidades. La realidad es que, a pesar de las bajas y de la discontinuidad en las alineaciones, el Avilés es tercero en puestos de 'play-off' de ascenso y, pase lo que pase en las dos últimas jornadas de la primera vuelta, volverá a competir en enero en una situación privilegiada para cumplir los objetivos al final de temporada.
Otro hecho incontestable es que el equipo blanquiazul está mucho mejor que hace un año en la misma jornada. En la temporada pasada, el Avilés ya había relevado a su entrenador y después de quince partidos ocupaba la undécima posición con 18 puntos, seis menos de los que suma ahora el equipo con las mismas jornadas disputadas y en puestos de promoción de ascenso.
Pero tras esas dos certezas que invitan al optimismo, llegan algunas dudas. ¿Son las lesiones la única causa del bajo rendimiento del equipo en muchas fases de los partidos? Lo cierto es que el Avilés sólo ha ganado dos encuentros, los derbis ante Langreo y Marino, de los últimos ocho disputados, con cuatro empates y dos derrotas. El equipo se ve superado, y a veces sometido, por el rival en muchos momentos y protagoniza estadísticas llamativas, como el número de saques de esquina que concede, cifras que ni el propio cuerpo técnico es capaz de explicar.
La discontinuidad en el once titular a causa de las lesiones y la sanciones puede ser otra excusa y es verdad que el Avilés sólo ha podido repetir la alineación de la jornada anterior en cinco de las quince jornadas disputadas. No obstante, cuando pudo hacerlo tampoco fue garantía de éxito. Por ejemplo, después de ganar en el estreno liguero ante el Coruxo, Rozada apostó por el mismo once de gala en la visita al Bergantiños y el equipo perdió 4-1.
En el siguiente partido ante el Llanera, entraron Kevin Bautista y Alarcón, el Avilés ganó y Rozada repitió ante el Salamanca y el Laredo, con un empate y una victoria. La racha siguió en Torrelavega, aunque hubo dos novedades, con Josín ya de mediocentro y Sergio en la banda. En la jornada posterior, con Davo por Sergio, el equipo ganaba al Ávila y presentaba la misma alineación en Valladolid, pero recibió una goleada (4-0).
Las lesiones han condicionado muchos planteamientos tácticos, antes y durante los partidos, en todas las posiciones menos en la defensa, donde sólo Viti ha estado ausente por ese motivo, más Luis Martínez a causa de una sanción. Pero el rendimiento, en algunos casos, de una plantilla casi totalmente renovada en verano con el objetivo de duplicar puestos con garantías también genera dudas para lo que resta de temporada.
El equipo descansó ayer y repetirá hoy lunes antes de volver a ejercitarse a partir de mañana. El próximo domingo, la visita al Guijuelo será una buena ocasión para mantener el pulso en la zona alta de la clasificación y despedir la primera vuelta en casa el día 22 de diciembre ante el Numancia, uno de los favoritos del grupo.
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