La conexión avilesina del Langreo

Decir Real Avilés-Langreo es sinónimo de rivalidad futbolística. Los derbis entre los dos equipos asturianos invocan una historia de partidos de máxima intensidad, tanto en el terreno de juego como en la grada, pero también una conexión entre ambas entidades. El duelo de este sábado (Nuevo Ganzábal, 18 horas) será especial para un buen número de miembros de la plantilla y del cuerpo técnico langreano, algunos con pasado en el Real Avilés y otros con vínculos en la ciudad aunque no hayan vestido la camiseta blanquiazul.

En el imaginario más reciente, quizás el caso más llamativo sea el de Nacho López, veterano lateral derecho de 37 años que militó en el Avilés durante tres temporadas en dos etapas, con 79 partidos disputados y un gol anotado. Pero no es el único, porque hay otros compañeros con pasado en el equipo blanquiazul, con mayor o menor participación, porque en algunos casos no pasó de ser testimonial.

Keko Hevia, defensa de Antromero, jugó once partidos en el Avilés en la temporada 2016-2017 antes de irse al Cacereño. «Era bastante diferente a ahora, era mi primer año sénior y tenía ganas de demostrar y de seguir creciendo como futbolista. Luego llegaron los problemas entre sociedades, presidentes, gestiones..., no salió como esperaba y no pudimos lograr el ascenso», recuerda. El defensa gozoniego aventura que el derbi «va a ser un partido muy igualado, el Avilés tiene muy buen equipo con buenos jugadores. Nosotros tenemos nuestras armas y ojalá consigamos los tres puntos».

Otros pasaron más desapercibidos, como Samu Pérez, extremo gijonés que llegó a la entidad blanquiazul desde el Roces en la temporada 2020-2012, pero que su aportación en competición oficial se limitó a unos minutos en un partido.

El caso del brasileño Vanderson es especial, ya que recaló en el Avilés en junio de 2022 y no llegó a debutar por lesión. Su ficha fue ocupada por Isi Ros y, aunque permaneció en el club hasta el mercado de invierno, acabó marchándose al Marino de Luanco, que le sirvió de trampolín para fichar por el Coruxo y recalar finalmente en el Langreo.

Un ejemplo más reciente es el de Juan López. Jugó en el Avilés en la temporada 2022-2023, la del casi ascenso que se frustró en el partido decisivo del 'play-off' ante el Granada B. Tanto él como quienes presenciaron ese partido se reconfortan de alguna manera al ver que el verdugo del Avilés era Samu Omorodion, uno de los delanteros de moda del fútbol europeo e internacional absoluto con España. Para el centrocampista sierense, «a nivel grupal, fue un año muy bueno que no acabó como queríamos, pero es fútbol y sabíamos que podíamos pasar. Es verdad que no empezamos muy bien al principio de temporada, pero empezamos a tirar para arriba y cuando estábamos en 'play- off' pensábamos que íbamos a ascender y apareció Samu Omorodion. En el partido de ida es verdad que lo controlamos bastante bien, creo que estaba tocado y eso ayudó, pero en la vuelta estaba bien y no hubo manera».

Desde el punto de vista personal, Juan López estaba «muy contento al principio de temporada. Empecé jugando y creo que a un buen nivel, y luego aparecieron otros compañeros que estaban mejor y no tuve tantos minutos como me gustaría».

Su paso por el Avilés hace que el derbi de este sábado sea diferente. «Al final, sí que es un partido más porque son tres puntos como todos, pero también es un partido especial porque jugué allí y tengo buenos recuerdos. Todavía queda algún compañero y tengo ganas de que llegue y hacer un buen partido», asegura.

A pesar de la mala racha del Avilés y de la condición de local del Langreo, Juan López no ve a su equipo favorito. «En un derbi no hay favoritos, al final nosotros también venimos de tres partidos sin ganar y queremos hacer un buen partido en casa e intentar sumar los tres puntos», añadió. Para el centrocampista, la rivalidad especial entre los dos equipos y sus aficiones hace que sea un partido «guapo de jugar, porque al final el ambiente, tanto en un campo con en el otro, es distinto para el jugador y los espectadores».

En el Langreo también juegan avilesinos que no han vestido la camiseta del Real Avilés. Por ejemplo, Sergio Ordóñez, lateral derecho que sí militó durante dos temporadas en el Avilés Stadium. Otro caso es el de Joselu Guerra, canterano de El Quirinal que, tras pasar por el Real Oviedo, disfruta ahora de su etapa en el Langreo. «El partido del sábado es especial porque se vive un ambiente distinto en el campo. También tengo conocidos en el Avilés y me hace ilusión porque es el equipo de mi ciudad», aseguraba ayer a este periódico.

El avilesino ha estado especialmente acertado en los últimos enfrentamientos ante el Avilés, al que ha marcado dos goles en Ganzábal y en el Suárez Puerta. «Espero tener el mismo acierto, ojalá, pero lo más importante son los tres puntos y no importa quién sea el encargado de marcar», añadió.

En cuanto a la mala racha del Avilés, Joselu valoró que «siempre que puedo voy al Suárez Puerta como el último fin de semana. En los últimos cuatro partidos les está costando un poco puntuar, pero tienen un buen equipo por nombres de jugadores. No importan las dinámicas, se iguala todo». Considera, por tanto, que en el derbi «va a ser muy importante mantener la concentración los 90 minutos. Pase lo que pase, es importante no dejarse llevar y mantener la confianza y las ganas de querer ganar».

La conexión avilesina del Langreo también llega al cuerpo técnico a través del segundo entrenador Carlos Menéndez, con pasado en equipos de la cantera del Real Avilés o del Avilés Deportivo, entre otros.

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