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El Real Avilés Industrial regresó ayer martes a los entrenamientos después de dos jornadas de descanso en las que los jugadores tuvieron tiempo para digerir la derrota del sábado en Valladolid y pasar página en una nueva semana que acabará el sábado con otro duelo en el Suárez Puerta, esta vez ante el Compostela (18 horas). Si las 48 horas de recarga de energía no fueron suficientes, los blanquiazules recibieron al saltar al campo de La Toba una dosis extra de alegría y optimismo al ver a Javi Mecerreyes con las botas puestas y dispuesto a darlo todo en el entrenamiento.
El centrocampista avilesino no sólo volvió a participar en una sesión preparatoria con el grupo, sino que estuvo presente en todos los ejercicios, incluso en las jugadas de ensayo con balón de situaciones de partido. Se le vio muy participativo a pesar de la falta de ritmo lógica por la inactividad en el último mes transcurrido desde su operación de un tumor testicular, si bien nunca descuidó su preparación física bajo supervisión médica.
El regreso del mediocentro avilesino ya había sido adelantado por su técnico, Javi Rozada, en la previa del enfrentamiento ante el Valladolid Promesas. El ovetense mostraba su satisfacción por ir recuperando efectivos a lo largo de esta semana y olvidar cuanto antes el calvario de las lesiones. A tenor de lo visto ayer sobre el campo de La Toba, precisamente Mecerreyes es el que parece en mejores condiciones, aunque habrá que esperar a su evolución a lo largo de la semana para saber si podrá entrar en la convocatoria ante el Compostela.
La otra noticia positiva de la sesión de ayer fue el regreso de Edu Cortina, si bien durante buena parte de la sesión hizo preparación física, sobre todo carrera continua, en la que le acompañó Álvaro Santamaría. El delantero mostró más intensidad, pero ambos trabajaron al margen en los ejercicios tácticos con balón, por lo que su participación en el partido del sábado está, de momento, en el aire.
Lo mismo sucede con Viti, porque el lateral izquierdo siguió la mayor parte del entrenamiento de ayer desde la banda como medida de precaución mientras se recupera plenamente de la fisura en una costilla que le mantiene apartado de los terrenos de juego desde que se lesionó en el partido en el Suárez Puerta ante el Real Ávila.
El resto de componentes de la plantilla blanquiazul regresó ayer a los entrenamientos a las órdenes del técnico Javia Rozada con las pilas cargadas y con ganas de olvidar la dolorosa derrota ante el Valladolid Promesas. El equipo sigue en puestos de privilegio en la clasificación y espera una reacción similar a la que se produjo después de caer por cuatro goles a uno ante el Bergantiños gallego, lo que supuso un punto de inflexión y el inicio de un ciclo ganador del Real Avilés.
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