Erlantz Palacín, de fichaje de invierno al ostracismo en el Real Avilés

«Espero tener por lo menos más minutos que lo que he venido teniendo hasta ahora. Quiero disfrutar del fútbol, tener minutos, jugar, y para ello he venido, para sumar al equipo. Estoy muy contento de estar aquí». Erlantz Palacín Alfonso (Galdakao, 2003) se las prometía felices hace poco más de un mes cuando el Real Avilés Industrial se había cruzado en su camino para convertirlo en uno de los fichajes del mercado de invierno. El lateral y extremo derecho llegaba cedido por el Athletic de Bilbao para reforzar una banda mermada por las lesiones, pero la cruda realidad para él es que sólo ha disfrutado de apenas media hora de juego en cinco jornadas y ha pasado al ostracismo en las últimas convocatorias.

El fichaje de Palacín fue una improvisación de la dirección deportiva del Real Avilés y del cuerpo técnico, que entraron en pánico cuando Soler sufrió una fractura de cráneo y prefirieron asegurar un relevo en el lateral derecho. El resultado fue la llegada del jugador vasco, que se sumaba a las de Isi Ros y Momoh, además del portero Cebollada. Atrás quedaba el anhelo del director deportivo Miguel Linares de incorporar a «un '10'» y el intento también de última hora de fichar a otro mediocentro ante las dudas que sigue generando el estado físico de Edu Cortina.

Al igual que sucedió con Soler, los tiempos de recuperación de la mayoría de jugadores lesionados están desconcertando esta temporada a casi todos en el Real Avilés. Los plazos que maneja el club pocas veces coinciden con los de los propios futbolistas, y hasta con los del cuerpo técnico. El caso del lateral valenciano es un claro ejemplo, porque fue el único que acertó al aventurar que estaría recuperado «en seis semanas», tal y como aseguró a sus compañeros en La Toba dos días después de salir del hospital.

El club no lo tenía tan claro, manejaba otros tiempos de recuperación mucho más largos y de ahí la decisión de fichar a Palacín. El jugador vasco llegaba con un perfil de lateral derecho ofensivo como el de Soler y tenía claro su rol como alternativa a Callís, pero apenas ha contado para Rozada. Del banquillo en Laredo, pasó a saltar al campo ante la Gimnástica en el minuto 72 y en el 85 en Ávila.

A partir de ese momento, la recuperación exprés de Soler dejó a Palacín fuera de la convocatoria ante el Valladolid Promesas y el pasado domingo volvía a quedar fuera en el duelo con el Compostela a pesar de que tampoco fue incluido Callís. Es decir, de tres laterales derechos, el vasco no fue considerado por Rozada ni para ser suplente de Soler ante una posible contingencia en una zona del campo que ha sufrido mucho en los últimos partidos, en especial en tareas defensivas. Las declaraciones del técnico sobre las ausencias de Palacín también dejan entrever que no es un perfil de jugador que encaja en la estructura actual del equipo.

El cuerpo técnico del Real Avilés se ha encontrado en el inicio de la segunda vuelta con una situación inusual hasta ahora por culpa de la plaga de lesiones. Las convocatorias se hacían casi solas con los jugadores sanos, pero la incorporación paulatina de algunos futbolistas, más la llegada de fichajes de invierno, ha puesto a prueba la gestión del vestuario blanquiazul. «Los jugadores casi siempre se quitan y se ponen solos», advertía hace dos semanas Javi Rozada ante la necesidad de dejar fuera a efectivos de su plantilla por motivos exclusivamente deportivos.

Lo cierto es que el técnico ovetense lleva tres convocatorias en las que tiene que hacer descartes. La primera ante el Ávila se quedó fuera Nico Fernández por unas molestias musculares de última hora. Ante el Valladolid Promesas los perjudicados fueron Julio Rodríguez, Palacín y Alarcón –otro jugador que ha dejado de contar para Rozada en las últimas semanas–, y en el partido del domingo pasado en Santiago repitieron el vasco y el murciano, a los que se sumó Èric Callís.

La próxima cita (domingo, 17 horas, Suárez Puerta) ante el Pontevedra volverá a ser un reto para el cuerpo técnico del Avilés a la hora de hacer la convocatoria.

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