La dimisión de Ulpiano Cervero en el Atlético Avilés acaba con el vínculo de Tejero en La Toba

«Deseo expresarles y notificarles por medio del presente escrito mi decisión de dimitir del puesto de presidente de la junta directiva del Club Atlético Avilés. Esta es una renuncia voluntaria y se debe a razones meramente personales». Esta es la carta de dimisión de Ulpiano Cervero al frente del Atlético Avilés a la que ha tenido acceso LA VOZ DE AVILÉS. A pesar de que alude motivos personales, su relevo responde a una decisión que tenía tomada hace tiempo y que había comunicado a la directiva del Real Avilés.

Ulpiano Cervero ha sido uno de los fieles escuderos de José María Tejero en su etapa como propietario del Real Avilés, en especial en el control de la Escuela de Fútbol de La Toba. De ahí que el acuerdo de filialidad adoptado en su día entre la Sociedad Anónima Deportiva y el Club Deportivo Básico Atlético Avilés incluyese el control de Tejero a través de su directiva, que ha presidido Cervero y en la que el secretario era un hijo del propio Tejero.

Descabezar el Atlético Avilés para acabar con cualquier opción de Tejero de seguir desestabilizando a la nueva directiva del Real Avilés Industrial era uno de los planes de Diego Baeza y de su socio Juan Carlos Peláez. Pero todo tenía su tiempo y oportunidad, y ese momento ha llegado tras completar el último pago de la compra pactada en su día de todas las acciones de Tejero en el Real Avilés. Una vez cerrada la desvinculación del expresidente al 100%, los nuevos propietarios del club han querido afrontar la limpieza de imagen y de gestión definitiva en La Toba, lo que incluía la única posibilidad de influencia que le quedaba a Tejero: el Atlético Avilés a través de sus hombres de confianza.

La primera medida había sido en semanas pasadas cesar como secretario del club, que hoy puede proclamarse campeón de Primera Juvenil, a un hijo de José María Tejero. El cargo lo ocupa desde entonces Daniel Blanco, jefe de comunicación del Real Avilés y persona de confianza de la propiedad. Tras ese paso llegó la dimisión de Ulpiano Cervero, que hace tiempo que quería desvincularse del club, entre otras cosas porque era consciente del cambio de etapa que se está produciendo. De hecho, su predisposición a colaborar con Baeza y Peláez ha sido buena, algo que los propietarios del Real Avilés reconocen.

Una vez formalizada la dimisión de Cervero, se convocó una reunión de la junta directiva del Atlético Avilés el pasado 3 de marzo, donde se acordó nombrar presidente por unanimidad a Juan Carlos Peláez, actual vicepresidente del Real Avilés y socio de Diego Baeza en el club. Le acompañan, además de Daniel Blanco como secretario, Ilenia Martínez, Marco Antonio Rodríguez, María José Soto y Víctor Manuel Díaz.

«Unimos el eslabón de la cadena perdido. Vamos a mirar al Atlético Avilés con los mismos ojos que miramos al Real Avilés Industrial», aseguraba ayer a este periódico Juan Carlos Peláez. El nuevo presidente del club incide en la necesidad de limpiar la imagen de la gestión de José María Tejero en la escuela de fútbol de La Toba, tras haber completado su desvinculación total del accionariado de la entidad blanquiazul.