Balones desde Avilés para Senegal

«Mi familia está allí y uno de mis primos está promoviendo el fútbol Dakar, escuelas en zonas donde la gente no tiene recursos para adquirir ropa deportiva y jugar al deporte que más gusta en Senegal. Hay mucho talento entre los jóvenes, pero no todos tienen la suerte de poder demostrarlo. Qué menos que ayudar a quien lo necesita cuando aquí nos sobra», dice emocionado.

Alagy no dudó en pedir ayuda al Avilés porque «había ropa y balones en buen estado de otras temporadas que no se utilizan, por eso me atreví a pedir en el club que lo cedieran y poder enviarlo a Senegal porque aún en estos tiempos hay muchos niños que no tienen una simple pelota, juegan a fútbol con balones hechos con papeles o calcetines enrollados, y eso me produce mucha tristeza». El jugador llegado al Avilés en el mercado de invierno se rebela porque «África sigue siendo el tercer mundo y quiero aportar mi granito de arena para hacer un mundo mejor».

Alagy Oliveira, que sigue con atención la actualidad de Senegal con las últimas revueltas populares contra las políticas de un gobierno del que se pone en duda su carácter democrático, se considera un afortunado porque la suya no es la historia que se repite los últimos años con la migración africana a Europa: «Mis padres vinieron hace casi cuarenta años, gracias a Dios tuvieron la oportunidad de hacerlo de manera legal. Tanto mis dos hermanas como yo nacimos en Las Palmas, pero no nos olvidamos de nuestras raíces y cuando puedo ayudar en algo lo hago muy orgulloso». El futbolista canario viaja todos los años al país de sus padres: «No falto los veranos, allí está mi familia y desde hace cinco años también mi madre».

Deportivamente, Oliveira jr, nombre que luce en su camiseta del Avilés, se ha afianzado en el once titular: «Estoy muy contento, las cosas gracias a Dios, están saliendo bien, el equipo está en una gran línea y yo voy a más cada día», dice el jugador canario que en la cita precedente con el Praviano se estrenó en la lista de goleadores: «Marcar nos gusta a todos, pero lo único que importa es que el equipo gane».