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Tal como era previsible, la final por el ascenso entre el Recreativo de Granada y el Real Avilés Industrial se resolverá en el Román Suárez Puerta el próximo domingo, después del empate que se registró ayer en Los Cármenes (1-1). El partido de ida estuvo muy disputado y emocionante, no faltó la polémica, con Isi Ros en el ojo del huracán de una afición granadinista que apretó lo suyo.
Un resultado que mantiene la ventaja del Avilés porque con ese mismo registro le valdrá para el ascenso a Primera RFEF, aunque el filial granadino, que dispuso de más oportunidades, logró en el tramo final igualar con un cabezazo de Youness el tanto que había marcado Álvaro Mayorga en la primera mitad, dos tantos que nacieron en un saque de esquina.
El inicio de partido fue bastante calmado para lo que se esperaba del Recreativo Granada en su salida, mientras el Avilés, aún con el once más ofensivo que dispuso Cañedo descartando el doble pivote, tocaba el balón contemporizando a la espera de un error local.
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Pero rebasado el décimo minuto el filial comentó a imprimir un mayor rito a su juego y llegaron los primeros escarceos, con el chaval Samu como protagonista total. Dispuso de una ocasión en la que no llegó en boca de gol por un pelo a centro de Carlos Pérez, jugada que se prolongó para un cabeceo flojo y desviado de Da Costa. En los peores momentos Mayorga salvó in extremis, jugándose el penalti, un mano a mano que proyectaba el juvenil melillense a la carrera.
Nos acercábamos a la media hora y se montó el lío en una falta de Isi Ros, con barullo en el campo y subida de temperatura en la grada. Pero poco después del rifi rafe que le costó la amarilla al murciano, el Avilés se la clavó al Recreativo en su primer saque de esquina. Lo botó Jorge, tocó de cabeza Morcillo, Natalio recogió el balón suelo para poner el cuero en el área donde Álvaro Mayorga se anticipo para meter la derecha y mandar la pelota al fondo de la red a los 32 minutos de partido.
Apoteosis entre los más de medio centenar de aficionados avilesinos desplazados a Granada y que hasta el descanso tuvieron que sufrir la reacción y los ataques granadinistas una vez digerido el golpe. Los cinco minutos finales del primer tiempo fueron una agonía: disparo de Samu que roza el poste, disparo de Solar que se va alto por centímetros y un cabezazo del melillense que dio en la parte superior del larguero tras centro de Julito.
El descanso fue un alivio para el Avilés porque el filial apretaba y la grada también, con sonora pitada al colegiado en su salida del campo hacia los vestuarios. Cañedo mantuvo su once titular aún por encima del miedo de los seguidores avilesinos por Isi Ros, pero el murciano, objeto de insultos cada vez que tocaba el balón, estuvo más a lo suyo y hasta pudo hacer un golazo en el minuto 52 con un disparo que se fue a córner tras tocar en un zaguero local.
El Avilés había salido con las ideas claras, moviendo el balón sin rifas y controlando el tempo de partido. Jorge Fernández, poco después del tiro de Isi, mandó un misil de los suyos tierra aire que iba dentro, pero Adri López pudo palmear a saque de esquina.
Las imprecisiones hacían presa en los jugadores de Juan Antonio Milla y el Avilés parecía estar en disposición de dar un segundo y, seguramente, definitivo golpe. La pudo tener Alorda, pero en el momento de dispararse interpuso un defensa.
Cuando el técnico local retiró a Samu a los 62 parecía que iban a terminarse los problemas para el Avilés definitivamente, pero la historia fue distinta. La 'calentura' de la grada enardeció al Recreativo, sumando oportunidades: reflejos de Álvaro para blocar un rebote, un córner directo de Eu al larguero, un paradón del portero a cabezazo de Diego López... Todo eso y una nueva tangana con Isi Ros y también Natalio como objeto de posibles 'toques' rivales sin balón, hizo estallar Los Cármenes cuando Youness cabeceaba a la res un saque de esquina.
Un eterno descuento de siete minutos ampliado a ocho mantuvo los corazones avilesinos, en directo y por la tele, en un puño, como lo estarán el domingo en el Suárez Puerta.
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