Borrar
GIJÓN

Cómo hacer profana una iglesia

La desacralización de un templo puede sobrevenir por distintas vías; en Asturias y toda España decenas de ellos pasaron a ser museos, salas de conciertos o salones de actos

L. LÓPEZ RUIZ

Domingo, 24 de septiembre 2006, 03:07

Igual que tantas otras cosas, la condición de sagrado puede ser derogada de hecho o de derecho. La iglesia de la Universidad Laboral está dando lugar durante los últimos años, aunque más intensamente en esta última semana, a un intenso debate sobre sus usos futuros, que pasan por arrebatarle al inmueble su carácter de culto. El Principado, propietario del edificio, cedió su gestión al Ayuntamiento, que pretende instalar allí un el Centro de Interpretación del Municipio de Gijón. Pero dice el Arzobispado que no está dispuesto a renunciar de manera voluntaria a un templo sobre el que tiene derecho de uso. Además, es lugar sagrado y, por lo tanto, inviolable.

José Luis González Vázquez, delegado de la Liturgia del Arzobispado, es quien advierte de que esa condición sagrada puede modificarse ya sea de hecho o de derecho. Y se remite al canon 1.212, donde se especifica que un templo podrá dedicarse a usos profanos ya sea por un decreto del obispo o de hecho. «Esto quiere decir que una iglesia queda desacralizada cuando se dedica a otro uso. Lo que convierte en sagrado un lugar es la reunión de la comunidad de bautizados; al fin y al cabo, somos nosotros los que hacemos sagrado a un lugar, y no ese lugar a nosotros, la verdadera Iglesia es la comunidad».

Para la desacralización formal de un templo, señala el delegado de la Liturgia que las condiciones son que el futuro uso «no repugne a lo que es el edificio, a los usos religiosos que se le han dado». Al decreto del obispo le acompaña la retirada de las reliquias del templo, que en el caso de la Laboral se encuentran en los altares laterales, de granito. En el altar principal, de madera, lo que hay es un ara portátil. Sin embargo, la desacralización no es algo demasiado habitual porque «la Iglesia tiene vocación de permanencia en el tiempo».

En cualquier caso, y a la vista de lo que contempla el derecho canónico sobre la desacralización de hecho, ¿sería posible que el Principado, por las buenas y como propietario del inmueble, lo dedicase a otros usos, en este caso a albergar una exposición, pasando por encima de la oposición del Arzobispado, con lo que, de hecho, le sería arrebatado su carácter sagrado? Dicen los expertos que no, porque hay otra dimensión jurídica del tema: «La Iglesia tiene un derecho de uso de ese inmueble», y en ese sentido ha de existir un convenio con la Administración. Además, los acuerdos del Estado con la Santa Sede establecen que «los lugares de culto son inviolables». De modo que lo que separa la iglesia de la Laboral de otros usos no sería tanto su carácter sagrado sino las mismas normas que rigen las relaciones Iglesia-Estado.

Convenio para el uso

Pero, ¿existirá algún convenio entre la Administración y la Iglesia que regule el derecho de uso del templo? En un principio, la propiedad era del Estado, tras ser construida la Universidad Laboral en los años cincuenta. Luego, en los años noventa, esa propiedad pasó al Principado. Jorge Canarias, experto en estos asuntos y asesor jurídico de la diócesis de Bilbao, reconoce que «no me extrañaría nada que no hubiese ningún papel», y recuerda el modo habitual de proceder en aquellos tiempos, cuando era impensable que un centro de enseñanza de esa categoría no contase con una capilla. Pero reitera que ahí están los convenios Iglesia-Estado para llenar ese vacío legal en el caso concreto.

Pese a ello, recuerda que un caso similar al que se da en la iglesia de la Laboral se produjo en el bilbaíno Hospital de Basurto: «La propiedad es pública, y uno de los edificios era la capilla. Cuando Salud necesitó de más espacio, porque el hospital se quedaba pequeño, lo que hizo fue ocupar por las bravas la capilla. Ahí utilizó 'manu militari', cambió su uso y listo».

La similitud es clara con el caso de la Laboral: se trata de un inmueble de propiedad pública y de darle a un nuevo uso a la capilla. Porque, lo que hay en la Laboral, según las normas canónicas, es tal y no una iglesia. «La iglesia es el templo parroquial, donde la diócesis se hace presente en la parroquia. El resto de templos son capillas, muchas orientadas al uso privado», señala el delegado de Liturgia asturiano. Aunque también es cierto que durante mucho tiempo las puertas del templo de la Laboral estuvieron abiertas a todo aquel que deseara acudir a la misa, y no sólo a los internos y trabajadores.

En cualquier caso, ¿podría ocurrir que la Administración asturiana actuase como lo hizo la vasca en el hospital de Basurto? No lo parece, y el Principado ya advirtió de que negociará con el Arzobispado la desacralización, de derecho y con las bendiciones del arzobispo, de la iglesia de la Laboral.

Al fin y al cabo, este entendimiento es el habitual en estos casos. Uno de los supuestos más conocidos de desacralización en Asturias fue la antigua iglesia de Cangas de Onís, que hoy alberga el Aula de la Monarquía. Este caso es sustancialmente distinto al de la Laboral, ya que la propiedad es de la Iglesia, que cedió el uso al Ayuntamiento para instalar la exposición. El inmueble se encontraba en ruinas, y fueron las administraciones públicas las que se encargaron de su restauración para darle el nuevo uso.

Sin embargo, son muchos los casos en Asturias y en el resto del territorio nacional de capillas privadas que se vieron desprendidas de su carácter sagrado para acoger usos profanos: así ha ocurrido en la capilla del hotel de la Reconquista, en Oviedo, que ahora acoge actos de todo tipo; o la colegiata de San Juan Bautista, en Gijón, utilizada para conciertos; o, también en la villa de Jovellanos, la capilla de la Trinidad, donde se ubica el Museo Barjola, estas dos últimas desacralizadas de manera oficial, según recuerda el vicario general, Juan Antonio Menéndez. «En el caso de gestión por parte de instituciones, sí suele haber papeles por medio para la desacralización», aunque reconoce que la situación es bien distinta en los casos de propiedades privadas, donde suele acudirse a la vía de hecho.

Paso a mezquita

A lo largo del territorio nacional también son muchos los lugares sagrados cuya condición de culto ha dejado paso a otras utilidades más mundanas. En Bilbao, la iglesia de La Merced, del siglo XVII y estilo barroco, fue comprada por el Ayuntamiento a la Iglesia, restaurada y convertida en la sala de conciertos Bilborock, que además acoge locales de ensayo. En Sevilla se da un caso mucho más llamativo: la parroquia de Santa Lucía, una de las más antiguas de la ciudad, es ahora local de ensayo para una banda de música, aunque es objetivo de la comunidad musulmana para oficiar sus propios cultos.

En la actualidad, Cádiz está viviendo en plena polémica por la posible venta a la Junta de Andalucía, por parte de la Iglesia, del oratorio de San Felipe Neri. Esta posibilidad ha soliviantado a buena parte de los fieles de aquella ciudad, que se oponen a su venta y desacralización por el cariño que despierta el templo en buena parte de la ciudadanía. Por parte del obispado, reconocen que uno de los motivos para la venta es la falta de recursos para llevar a cabo programas pastorales y sociales, que se encuentran bloqueados.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Cómo hacer profana una iglesia