26 rincones en la carrera por el premio

Pueblo Ejemplar. Mañana el jurado de la Fundación Princesa anunciará el ganador y el 21 de octubre la Familia Real recorrerá los caminos del lugar elegido

ANA RANERA

Domingo, 3 de septiembre 2023, 01:35

Mañana será un día histórico para uno de los veintiséis rincones que optan a convertirse en Pueblo Ejemplar de Asturias. De Oriente a Occidente y desde la costa hasta las entrañas de las montañas, hay candidatos que optan a este reconocimiento por su defensa de la cultura, su paisaje, su fuerte tejido de asociaciones y su solidaridad. Todos son merecedores de un galardón que la Fundación Princesa de Asturias lleva concediendo desde 1990 y que hará que el 21 de octubre la Familia Real se pasee por sus calles y conozca su historia.

Publicidad

Cofradía de Pescadores Santa Ana (Llanes)

Una cofradía que está entregada a la cultura

Para la Cofradía de Pescadores Santa Ana este es su quinto intento de convertirse en Pueblo Ejemplar de Asturias. Este colectivo llanisco cree que merece esta distinción porque «no solo nos dedicamos a pescar y a vender las capturas, hacemos muchísimas cosas», explica Maiche Perela, coordinadora de las actividades culturales de la entidad. «Nosotros difundimos la historia de la mar de Llanes a través de libros, conservamos las tradiciones, ponemos en valor la capilla de Santa Ana y hacemos visitas guiadas, le damos importancia a la música y hacemos hasta un concurso fotográfico», enumera. Hacen un poco de todo y, además, también cuidan el medioambiente del que viven. «Nuestros barcos recogen los plásticos que encuentran, los traen a puerto y los meten en un contenedor». Con esos residuos, el año pasado hasta crearon un banco hecho de material reciclado en la playa de Toró.

Pesoz

Conservación, solidaridad, ecología y economía

Los vecinos de Pesoz tienen claro que su futuro pasa por «la conservación del patrimonio cultural tanto material como inmaterial y su difusión», tal y como evidencia Ángela Ferreira, una de las impulsoras de la candidatura al Premio Pueblo Ejemplar. Ella además destaca de su localidad «la solidaridad vecinal, que es muy importante en concejos alejados de servicios como las farmacias, los hospitales y los institutos. Más aún, cuando la población está muy envejecida». Además, ellos muestran una gran preocupación medioambiental y, por eso, localizan «vertederos ilegales y los eliminamos, a través de campañas que hacemos todas las asociaciones juntas, con el apoyo de Cogersa». Por último, apuestan por el desarrollo socioeconómico de Pesoz, para que les garantice un porvenir: «Es un sitio muy envejecido y estamos intentando que pequeñas empresas se instalen en el concejo para tener un proyecto de desarrollo».

Villa de Salas y sus gentes

Una parada obligatoria en el Camino Primitivo

«Nuestra candidatura la basamos, principalmente, en el Camino de Santiago Primitivo», explica con orgullo Laura González, la presidenta de la Comisión de Fiestas de la Villa de Salas. Ella tiene claro que su localidad enamora a quien la visita porque son muchos los que vuelven. «Gracias al Camino tenemos muchos turistas. Desde finales de marzo hasta octubre, hay muchos peregrinos y eso es genial para la hostelería y el comercio», cuenta. «Además, muchos de ellos vuelven después como turistas porque les gustó Salas». Es lógico, teniendo en cuenta que es un lugar «con mucho patrimonio, como el castillo y la colegiata». Laura además recuerda que ellos son «la puerta del Occidente» y, sobre todo, «una parada obligatoria para los que están haciendo el Camino Primitivo».

Llaviana (Gozón)

La convivencia de la industria y los espacios naturales

«Quizá Llaviana no tiene el valor paisajístico de otras candidaturas, pero tiene mucho más», cuenta Agustín García, el presidente de la Asociación Enlaze. Sabe que su localidad vale porque es «singular y diferente», tal y como la define. «Aquí tenemos industria y espacios naturales conviviendo, por ejemplo, la playa de Xagó y el monumento de la Ensenada de Lloredo, que está integrada en el puerto», indica. Y hay más: «Al lado tenemos el astillero, la depuradora y el polígono» y todo eso convive con «ganaderías, terrenos de cultivo y alrededor de 33 hórreos y paneras que siguen en pie». Lo rural se mezcla con lo esencialmente industrial y ellos creen que ya es hora de «poner en valor todo lo que tenemos». Porque, están convencidos, «recibir el Premio Pueblo Ejemplar de Asturias sería un espaldarazo espectacular».

Publicidad

Banduxu (Proaza)

Kilómetro cero de la arquitectura medieval

El pequeño pueblo de Banduxu, en Proaza, vive congelado en el pasado. «Durante mucho tiempo, estuvimos olvidados», reconoce uno de sus vecinos, José María Siñeriz. Eso tiene su parte negativa, pero también tiene un lado positivo que hoy la aprecian más que nunca. «Somos el kilómetro cero de la arquitectura medieval en Asturias. Hasta 1981 no tuvimos carretera y hasta 1976 no llegó la luz», explica. Todo eso provoca que «hace cuarenta y seis años, el pueblo estuviera prácticamente igual que hace 500». Esa situación propició la conservación «de una historia de más de mil años» muy interesante, porque Banduxu incluso fue la capital del concejo. Ese lugar rodeado de montañas está lleno de «cultura e historia»; de hecho, su iglesia «es una de las pocas que hay en un pueblo que tenga tres retablos barrocos». Además, llama la atención su cementerio en el que, cuando muere alguien, «se le entierra en la sepultura que lleve más tiempo sin abrirse, de tal manera que las familias no están juntas. Es muy democrático».

Sotres (Cabrales)

Cultura entre naturaleza a más de mil metros de altura

«Sotres es como Suiza en pequeño», presume Nacho García, el presidente de su asociación de vecinos. Él tiene claro que, ganen o no, «es muy importante que la gente sepa que en Asturias existe un lugar así de espectacular». Tiene razón en que es un lugar con un valor paisajístico espectacular porque está «en el corazón de los Picos de Europa y está rodeado de naturaleza extraordinaria», asegura. «Es uno de los pocos sitios del mundo que está dentro de cuatro zonas especialmente protegidas por su naturaleza», añade, antes de contar los hitos que han logrado recientemente. «La asociación de vecinos ha renacido. Hemos pasado de diecisiete socios a 220 porque nos hemos dado cuenta de que juntos es posible conseguir muchos objetivos». Por ejemplo, consiguieron «reabrir las escuelas para actividades culturales y crear un festival cultural». Llama la atención que «a más de mil metros de altura haya cultura y puedas terminar una ruta de montaña y ver una obra de teatro».

Publicidad

Suarías (Peñamellera Baja)

Una localidad que es la capital de la tonada y los bolos

La de Suarías es ya una candidatura veterana porque esta es la décimo tercera vez que lo intenta. Los vecinos no cejan en su empeño porque tienen claro que merecen este galardón por ser «la capital de la tonada y los bolos», tal y como comenta Juan Manuel Martín, el presidente de la Asociación Cultural el Cantu la Jorma. «Hemos hecho memoriales con los mejores jugadores del circuito de bolos, hicimos seis campeonatos de España», prosigue. Asimismo, Suarías cuenta con el Archivo Carlos Jeannot de cultura asturiana. «Con todo eso, en el año 2010 se hizo una escuela de canción asturiana de la cual ya salieron varios campeones». También tienen por allí escuela de baile y este último año sumaron a sus actividades las clases de gaita. «Somos la capital de la tonada y los bolos», se enorgullece Martín Caso, convencido de que su localidad también tiene futuro porque «antes no había niños y ahora, gracias a todo lo que estamos haciendo, ya son siete».

Muriellos (Riosa)

Una asociación para hacer de la localidad un lugar mejor

La asociación de vecinos es el mayor orgullo de los habitantes de Muriellos, en Riosa. Ellos tienen claro que, gracias a este colectivo, consiguen avanzar mucho más y con paso mucho más firme. «La creamos hace once años y, como en Riosa no había ninguna candidatura al Pueblo Ejemplar, nos animamos a participar», explica José Manuel Sariego, el tesorero de la entidad. Además, consiguieron el año pasado levantar el local social y tienen «unos cien socios». Allí pueden llevar a cabo diversas actividades, así como poner en marcha, por ejemplo, la fiesta del pueblo con su sesión vermú y su comida de confraternización. «Somos un pueblín muy pequeño, pero estamos muy contentos con la asociación que tenemos».

Publicidad

El Val.le de Cuna

Un valle al que llega gente joven de todas partes

«En el valle se está produciendo un cambio», según narra José Álvarez, el presidente de la Asociación de Vecinos de Cenera. Frente a la despoblación que afecta a muchísimas zonas rurales de Asturias y de España, allí están asistiendo a una transformación que les asegura un futuro muy próspero. «Era un valle con mucha gente mayor y, sin embargo, ahora mismo gracias a la labor vecinal ha habido un cambio generacional», detalla. «Mucha gente joven decide venir a vivir aquí porque estamos al pie del ferrocarril, tenemos la autovía al lado y estamos junto a Mieres y muy cerca de Oviedo y de Gijón». Aunque los vecinos mayores se hayan trasladado a otros lugares, las casas no están vacías. «Las viviendas se siguen llenando de personas que vienen de Madrid, de Extremadura, de Andalucía y hasta del extranjero», afirma. El teletrabajo ayuda mucho y eso hace que sean muchos los que compran fincas por la zona y están encantados.

Cuaña, un pueblo de biblioteca

Una biblioteca que es un refugio para los vecinos

Coaña apuesta en su objetivo de convertirse en Pueblo Ejemplar de Asturias por una candidatura «muy novedosa», tal y como la define su alcaldesa, Rosana González. Ella tiene claro que lo suyo se sale de lo común porque basan su propuesta en la biblioteca. «Nuestra biblioteca municipal aúna muchas esferas: la cultural, la social, la económica y la educativa», enumera. Ese edificio es un «lugar de convivencia social» dentro del cual se dan cita «muchas asociaciones», argumenta. «Es un proyecto que ya tuvo muchos reconocimientos, pero todavía nos falta recibir el reconocimiento de nuestra comunidad autónoma», explica. «Hacemos muchas actividades intergeneracionales y trabajamos con muchas asociaciones», presume, deseosa de que Asturias los aplauda.

Publicidad

Parroquia de Posada (Llanes)

Un pueblo que abraza a quienes más lo necesitan

Si por algo se caracteriza la parroquia de Posada, en Llanes, es por esa solidaridad que no tiene límites. «Desde hace muchos años, aquí es muy notable el tema de la solidaridad y de la inclusión social», explica Ángel Álvarez, coordinador de la comisión de las asociaciones. «Aquí lleva muchos años el centro Don Orione, que atiende a personas con discapacidad intelectual, y también está El Patio, que es un centro para niños y adolescentes en riesgo de exclusión social», cuenta. «En El Patio atienden a todos los chavales que expulsan de los centros educativos del Oriente para que no se queden en la calle», prosigue. Una labor fundamental que se complementa con el Club de Fútbol Urraca, que tiene un equipo «formado por personas con discapacidad intelectual». A todo eso hay que sumar un banco de alimentos para quienes más lo necesitan y las ganas de todos los vecinos por abrazar siempre a quienes son más vulnerables.

Comunidad Vecinal de la Parroquia de San Cucao (Llanera)

Un enclave muy bien ubicado y rodeado de patrimonio

«Nosotros aspiramos a que se reconozca San Cucao tal y como es», dice Chema Martínez, el secretario de la asociación de vecinos. «Aquí hay elementos etnográficos en abundancia, recursos paisajísticos y monumentos medievales y románicos», enumera. A todo eso hay que sumar que ellos ocupan una ubicación envidiable, en pleno centro de Asturias. «Estamos entre Oviedo, Gijón y Avilés», presume, antes de contar que esa situación atrae a muchos vecinos. «Es una zona residencial que está en auge en los últimos años». Y además por allí reina la paridad total y absoluta, ya que, como curiosidad, Martínez comenta que «somos exactamente los mismos hombres que mujeres, contando también a los niños y a las niñas que viven aquí».

Noticia Patrocinada

Comunidad vecinal de Villanueva de Santo Adriano

Un pueblo que cada año suma población y se rejuvenece

«Villanueva de Santo Adriano ha conseguido renacer y doblar la curva de despoblamiento», sentencia feliz Beatriz Fernández, la presidenta de la Asociación de Vecinos. Ella sabe que ese es el mejor indicador para tener un buen futuro. «Villanueva como muchos pueblos del mundo rural asturiano viene sufriendo la despoblación desde mediados del siglo XX, pero hace diez años conseguimos doblar esa curva hacia arriba», se enorgullece. Todo eso hace que la localidad «sume cada año nuevos vecinos» y que, además, «se rejuvenezca, que es lo realmente importante». Todo ello se ve reflejado en una gran participación ciudadana y en «un importante movimiento asociacional», indica. «El pueblo tiene un movimiento cultural muy fuerte que atrae a mucha población», concluye.

Pimiango (Ribadedeva)

Un tejido asociativo que dinamiza la vida del lugar

«Creemos que somos un Pueblo Ejemplar porque mantenemos un tejido asociativo capaz de dinamizar la vida del pueblo», sintetiza Marina Laso, la vocal de la Comandefe. Y señala que, en Pimiango, tienen actividades «durante todo el año con una gran implicación de los vecinos» que se vuelcan en todo lo que pueda ayudar a su localidad. «Tenemos proyectos para conservar nuestro patrimonio, tenemos un espacio cultural e, incluso, en la zona de San Emeterio, estamos sustituyendo los eucaliptos por especies autóctonas de árboles». Son muchas actividades que mejoran la vida de los vecinos y que, por supuesto, también «ayudan a fijar población».

Publicidad

Valle del Samuño (Langreo)

Un valle que supo revivir tras el fin de la industria minera

«En todos los años que se lleva concediendo el Premio Pueblo Ejemplar, nunca fue a parar a las Cuencas Mineras y supongo yo que habrá pueblos ejemplares en la zona», lanza José Manuel Solís, el secretario y coordinador de Langreanos por el Mundo. Él defiende que su valle del alma merece un galardón así porque ha sabido reponerse de muchos contratiempos. «Pudimos recuperarnos de la desaparición de la industria minera y las asociaciones han trabajado muchísimo por el valle», reivindica. «El ecomuseo, por ejemplo, fue creado gracias a la labor de los vecinos», prosigue, antes de asegurar que la despoblación empieza a reducirse por la zona. «Nosotros pasamos de ser 6.000 vecinos a ser 600, pero ahora se está recuperando la situación, gracias a toda la gente que viene de fuera y que decide comprar vivienda aquí», asegura. «Esto, además, está dentro del paisaje protegido», concluye encantado.

Mercado Ecológico y Artesano

Una actividad que fija población en el medio rural

«Somos un proyecto educativo y de futuro que pone en valor la artesanía», reivindica Javier Ruiz-Cuevas, el presidente de la Asociación Cultural Mercado Ecológico y Artesano. Él considera que su propuesta es «un referente a nivel nacional» porque son un colectivo de artesanos y pequeños productores que lleva veinte años defendiendo unos valores muy necesarios. «El 80% de artesanos que conformamos el mercado pertenecen al medio rural, de tal manera que tener un mercado todos los meses en la plaza Mayor de Gijón permite fijar población y que tengan unos ingresos estables». Además más, el 50% de sus productores son mujeres y ellos promueven constantemente «el consumo de proximidad», que ahora está tan de moda.

Publicidad

Fitoria y su Sociedad Festivo-Cultural San Antonio de Fitoria-Villamejil

Un lugar ejemplar y lleno de cultura, al lado de Oviedo

«Hay gente a la que le extraña nuestra candidatura porque piensan que somos un barrio de Oviedo, pero no», asegura Agustín González, vecino de Fitoria. Él le recuerda a todo el mundo que las bases de este galardón «no hablan de pueblos bonitos, sino de ejemplaridad» y su queridísima localidad está llena de eso. «Seguramente hay muy pocas sociedades de festejos que lleven más de treinta años funcionando de forma extraordinaria como ocurre con la nuestra», dice, antes de prometer que por allí se mantienen «las tradiciones». Además, ellos están muy cerca de dos monumentos prerrománicos: Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.

Cue (Llanes)

Un enclave espectacular con playas que enamoran

Hablar de Cue es hablar de uno de los rincones más visitados de Asturias. Este enclave llanisco atrae a miles de personas cada verano y, por eso, sus vecinos quieren recibir el Premio Pueblo Ejemplar. «Nosotros basamos nuestra candidatura, principalmente, en el paisaje que tenemos, que es idílico, y en las playas que atesoramos», explica Juan Antonio Galán. «Cue es como si fuera una aldea urbana porque las casas están muy juntas y eso hace que los vecinos sean como familia entre sí», cuenta. Además, su sociedad ha tenido que cambiar su manera de vivir para adaptarse a estos tiempos. «Hemos pasado de dedicarnos a la agricultura y a la ganadería a entregarnos a la industria del turismo. Aquí hay muchísimas plazas hoteleras». Es lógico porque a la gente de toda España «le gusta estar en Cue porque es muy guapo y muy acogedor». Con la montaña a un lado y el mar al otro, «lo tenemos todo», jura.

Publicidad

Pelluno (Aller)

La cuna de doña Urraca que vibra durante todo el año

A los vecinos de la parroquia de Pelluno, en Aller, no se les olvida que su tierra es la cuna de doña Urraca. Sus caminos están cargados de historia y, por eso, ya llevan quince años optando a este galardón. Dicen que son «un pequeño pueblo lleno de encanto y tradición» que, además, tiene «paisajes hermosos, fiestas alegres y una comunidad muy unida», tal y como explica Eva María Fernández Tejón, la presidenta de la Asociación de Vecinos. Ellos pueden presumir también de ser el pueblo del concejo con más hórreos, pues entre paneras y hórreos suman 36. A todo eso hay que añadir que son «ruta hacia el ojo de buey de Peña Mea y tenemos una escuela de escalada». En esta parroquia, se juntan, sobre todo, «paisaje y paisanaje».

Valdesoto (Siero)

Un pueblo que sigue siendo un pueblo en pleno centro

Valdesoto está ubicado en el corazón de Asturias y, a pesar de eso, «sigue siendo un pueblo y mantiene la tipología tradicional», se enorgullece Celso Roces, el presidente de la Asociación Todos Juntos Podemos. Él presume de localidad porque tiene claro que, en Asturias, no hay muchos rincones como el suyo. «Conservamos las tradiciones y tenemos, durante todo el año, muchas actividades culturales». Roces piensa, por ejemplo, en los sidros y comedies, las carrozas, el grupo folclórico y el de teatro. A todo eso, hay que añadir el fuerte tejido asociativo del lugar. «Hay muchas asociaciones. Es verdad que bastantes de ellas están ligadas a la celebración de las carrozas, pero hay más y están muy implicadas con la vida de Valdesoto».

Parroquia de Lloreo (Mieres)

Un paisaje natural e industrial que conquista a quien lo mira

La parroquia mierense de Lloreo está rodeada de montañas y en la margen izquierda del río Caudal, lo que hace que su paisaje tenga una gran importancia. Allí aún conservan una antigua línea ferroviaria que une Lloreo con Morcín y La Perea, que tiene una gran belleza y que se pretende convertir en una ruta de senderismo. Su iglesia, la de San Pedro, presenta uno de los retablos más antiguos del concejo y está datada en la época barroca. A todo esto, hay que sumar un centro de interpretación que está ubicado en la antigua estación del ferrocarril y que permite descubrir la historia de la línea que recorría estas tierras.

Asociación de Vecinos San Jorge de Santurio (Gijón)

Una zona rural a cuatro kilómetros de Gijón

Apenas unos minutos separan Santurio del centro de Gijón, así que llama la atención recorrerlos y encontrarse con que tan cerca hay un pueblo «que sigue teniendo actividad rural», tal y como cuenta José Luis Pérez, el presidente de la asociación de vecinos. «Aquí seguimos teniendo unas 400 cabezas de ganado y hasta tenemos un vecino que hace trashumancia», asegura, antes de ahondar en que por allí abundan las huertas y se mantienen las tradiciones. «Hacemos sextaferias para desbrozar y limpiar y hasta tenemos un museo etnográfico». Ese espacio cultural se lo hicieron ellos, a base de donaciones de vecinos. «Nos fueron dando artilugios y ahora tenemos más de cien. Lo mismo hay aparatos de sidra que una lavadora antigua». Todo vale porque su idea es atesorar «la memoria viva de la parroquia». Además, ellos tienen actividades para que nadie se aburra, tales como «yoga, pilates, pintura y los jueves abrimos toda la tarde para que vengan aquellos vecinos que vivan solos».

Publicidad

Coya (Piloña)

Un pueblo que se mantiene vivo y con muchos planes

Es casi imposible aburrirse en Coya (Piloña), porque sus vecinos se encargan de que haya multitud de planes para todos los gustos. «Nosotros mantenemos el pueblo vivo», dice Paula Sánchez, la presidenta de la Asociación El Roblón de Coya. Para lograrlo, hacen «charlas. talleres, espichas saludables y actividades como yoga» para que la gente no se quede en casa. «Es una zona muy tranquila, en la que igualmente puedes hacer muchas cosas» y, para quien no sean suficientes, tiene muy cerca varios núcleos de población. «Están viniendo muchos vecinos nuevos porque ven que es una zona con mucho dinamismo y que queda cerca de núcleos urbanos como Infiesto, Nava y Gijón».

Trapa, La Vega y El Carme (Langreo)

Vecinos unidos para que sus caminos luzcan perfectos

«La gente, desde hace muchísimos años, está volcada en la lucha vecinal», asegura Armando Grana, el alcalde de barrio de la parroquia de La Venta. «Todos los vecinos, desde los más viejos hasta los más jóvenes, luchan por el pueblo y aportan todo lo que pueden a la comunidad». Da gusto con su compromiso y con que no haya casas vacías porque «todas las que quedaron, las fueron ocupando nuevas familias».

Asociación Vecinal Ríu Fontoria (Piloña)

Un pueblo que reivindica sus raíces y las transmite

«No queremos olvidar de donde venimos», advierte Azucena Iglesias, la presidenta de la Asociación de Vecinos Ríu Fontoria. Su pueblo es su orgullo y, por eso, lo miman con acciones como la recuperación de fuentes y lavaderos que hicieron recientemente. Aunque hay más, porque su objetivo es que «no muera el espíritu del pueblo» y, para ello, hicieron «un trabajo de dos años, hablando con la gente mayor y revisando los archivos para conocer la historia de la escuela rural». Mayores y pequeños también recuperan canciones, cuentos y acertijos de la zona en un taller y celebran el magüestu, el antroxu y samaín, «para que no se pierdan nuestras raíces». Ellos quieren «hacer pueblo y juntarnos, no que estemos cada uno en casa».

Parroquias de Arroes, Pión y Candanal (Villaviciosa)

Parroquias con historia que se adaptan al siglo XXI

Las parroquias de Arroes, Pión y Candanal tienen mucho pasado, pero también mucho futuro. Su asociación de vecinos la fundaron unos ganaderos en 1922 y ahora está viviendo una segunda juventud. «La colaboración de todos hizo que la fuéramos sacando adelante», cuenta Eliseo Vallina, el presidente de la Asociación de Vecinos El Valle de Peón y Candanal. Ellos pueden presumir además del proyecto Aldea 0 y, por eso, hacen hincapié en que no quieren que «la gente abandone los pueblos ni las aldeas». Hay que seguir en ellas y más en estas que «son cercanas tanto a Villaviciosa como a Gijón, son muy tranquilas y no están muy contaminadas». Por todo lo anterior, seguirán luchando para darle una larga vida llena de juventud.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad