Los Reyes destacan la apuesta de futuro de Somao, Pueblo Ejemplar de Asturias

El rey Felipe VI ha enviado un telegrama a la localidad de Somao, en Pravia, un telegrama de felicitación por haber obtenido el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2020 en el que destaca que esa parroquia rural es «una comunidad viva que apuesta decididamente por el futuro», según ha informado la Fundación Princesa de Asturias.

El telegrama, enviado también en nombre de la reina y de la princesa Leonor, presidenta de honor de la Fundación que lleva su título y que concede el galardón, traslada además el aprecio por los estrechos lazos de colaboración vecinal en Somao y por su esfuerzo para unir tradición y modernidad.

Gracias a ellos, añade, la localidad «mantiene el rico legado patrimonial indiano y rural» y destaca además la capacidad de diálogo y entendimiento de sus habitantes, el espíritu emprendedor de los más jóvenes y su capacidad de gestión de montes y pastizales, «que contribuyen a la prosperidad y el bien común».

Al galardón, dotado con 25.000 euros, optaban veintiséis candidaturas y en las últimas ediciones recayó en Asiegu (Cabrales), Mual (Cangas del Narcea), Poreñu (Villaviciosa), la comarca de Los Oscos, Colombres (Ribadedeva), el movimiento asociativo y vecinal de Boal, la comunidad vecinal de Teverga, Bueño (Ribera de Arriba) y San Tirso de Abres.

Tradicionalmente, los reyes de España acuden a la localidad galardonada para entregar el premio al día siguiente de hacer lo propio en el Teatro Campoamor de Oviedo con los distinguidos con los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden anualmente.

Somao, con unos 300 habitantes, es una de las 39 parroquias rurales de Asturias con personalidad jurídica propia y capacidad para gestionar y organizar sus bienes, que incluyen unas 400 hectáreas de monte y varios pastizales, una importante fuente de ingresos para el pueblo.

Su historia está ligada a la historia de la emigración, cuenta con un patrimonio arquitectónico de origen indiano y se benefició además de las inversiones de esos emigrantes retornados en la traída de agua, caminos y fuentes o en la construcción las escuelas (1925), el cine escolar benéfico (1920) y la iglesia (1903), además del parque de la localidad.