El Rey elogia el progreso que llega de lo rural

Se trabó al pronunciar el término Candanal, que bien pareció sonar a algo parecido a Canadá. Pero supo reírse del error y enmendarlo el Rey, al que siempre se le ve cómodo en los pueblos que visita, que siempre elogia las bellezas de esta Asturias de la que fue príncipe antes de que su hija fuera princesa y que ha recorrido de punta a punta gracias en parte al galardón que ayer encontró nuevos dueños en tres parroquias del concejo de Villaviciosa. La Princesa Leonor es ahora quien entrega el Premio al Pueblo Ejemplar, como hizo en Peón, Candanal y Arroes, pero él sigue a su lado poniendo palabras de elogio, aplauso, ánimo y aliento para quienes habitan los territorios rurales.

A los vecinos de las tres parroquias premiadas en este 2023 les confesó la ilusión con que cada año visitan estos pueblos asturianos, entre otras razones porque saben «de los efectos tan positivos que tiene para vosotros y para Asturias», y porque -agregó- «nos emociona conocer cada año un poco más de esta tierra maravillosa, a sus protagonistas, y acercarnos a vuestra realidad».

Reconoció el Monarca el orgullo que para los habitantes de esas parroquias supone vivir en un «lugar tan apacible y hermoso» y entendió que así sea, máxime en un concejo como el de Villaviciosa, que ha recibido en tres ocasiones el galardón. «Estas parroquias son tres de sus lugares más hermosos, de impresionante paisaje lleno de rincones en los que se hace patente el cuidado que ponéis en su conservación», apuntó Felipe VI, antes de dar un paso y añadir: «Son ejemplo de cómo las comunidades pequeñas atesoran valores fundamentales para el progreso de la sociedad: el respeto por el medioambiente, la sintonía entre tradición y desarrollo sostenible y la cooperación vecinal, a través del intercambio de experiencias y conocimiento», dijo el Rey. No olvidó que el trabajo en equipo es clave para mejorar sus comunidades: «Colaborando, unidos, con intereses e ilusiones comunes, es posible sentar las bases para la construcción de un futuro mejor», afirmó el Rey.

Si inició su discurso con agradecimientos por la cálida bienvenida recibida, continuó hablando de ese afán por ir a más y mejor de las parroquias premiadas. «Sois el símbolo de las virtudes con las que se puede construir una vida dinámica, solidaria y proyectada hacia el futuro desde o en lugares como este», afirmó. Elogió después que hayan sabido comprender que solo es posible hacerlo respetando el pasado, escuchando la memoria de los mayores y sin olvidarse de mirar adelante, «al potenciar el valor de la tecnología como impulso de lo anterior». Puso como ejemplo el CTIC RuralTech: «Lleváis a cabo una labor decisiva, en la que valores compartidos e implicación personal son elementos clave de la vitalidad de núcleos como estas tres parroquias que han visto en los últimos años aumentar significativamente su población y, con ella, sus posibilidades y su esperanza». La esperanza, incidió don Felipe, es la clave; la palabra, dijo el Rey, que ha de acompañarles siempre. «Que con ella sigáis adelante, edificando día a día una vida digna, de progreso y vitalidad, de solidaridad y respeto. Una vida que hará que sigáis siendo, cada vez más y con más motivo, ejemplares».

La conservación de una economía diversificada a partir de los recursos locales, que destacó el jurado, llegó también a un discurso en el que hablar de sidra y pomaradas, lanzó un deseo: «Suerte con esa candidatura», dijo alto y claro. Hacía así referencia al camino emprendido por Asturias en la Unesco para convertir la cultura de la sidra en Patrimonio de la Humanidad.