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Luis Alonso y Olivia Álvarez entregan un ramo de flores de papel a Leonor y Sofía. Detrás de los Reyes, Adrián Barbón y Reyes Maroto. FOTOS: DAMIÁN ARIENZA

Premios Princesa de Asturias 2020 | Somao, de cuento y con Princesa

Ejemplares. Los Reyes y sus hijas se sintieron como en casa en la parroquia rural praviana. Tanto, que alargaron su estancia y se fueron prometiendo volver

AZAHARA VILLACORTA / PABLO A. MARÍN ESTRADA

Domingo, 18 de octubre 2020, 02:24

Hay un dicho que reza: 'En Somao, el más tonto ye abogao', recordaba ayer con una sonrisa María Ángeles Pando, somadense de pro, poco antes de que los Reyes de España y sus dos hijas hiciesen su aparición en el Pueblo Ejemplar de Asturias 2020 para entregarles el galardón por el que tanto habían luchado. Todos a una.

«Y listos no sé si seremos, pero estamos tan contentos y tan orgullosos en este día tan especial...», apostillaba María Ángeles, que resumía así el sentir de todo un pueblo hecho del material del que están hechos sueños y luchas como las de aquellos que cruzaron el Océano en busca de una vida mejor. Una herencia indiana de la que Somao se enseñorea como lo hace de su unión y su hospitalidad. Y debe ser real, porque los somadenses hicieron ayer sentirse a la comitiva real como en casa. Tanto, que alargaron su estancia más de lo que marcaba la agenda oficial y se fueron prometiendo volver.

La jornada más esperada arrancó muy temprano, con un tímido sol de otoño sobre la villa, recién asfaltada y cuajada de banderas de España y Asturias en hórreos y corredores.

Galería. El pueblo de Somao se volcó con la Familia Real.

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Galería. El pueblo de Somao se volcó con la Familia Real. DAMIÁN ARIENZA

Así que cuando, pasadas las once, don Felipe y doña Letizia subieron la cuesta que los conduciría a la primera parada del trayecto por este balcón privilegiado sobre el Cantábrico y el Nalón, los trescientos vecinos empadronados en Somao más otro centenar largo de residentes habituales estaban ya en sus puestos. Todos, perfectamente uniformados con sus mascarillas verdes (el color de la sanidad, de la monarquía y de la comisión de sus fiestas de Sant'Olaina).

A los sones de la Banda de Música de Pravia, los Reyes y sus hijas comenzaron su visita en Villa Radis, una de las casonas indianas que son su emblema.

Allí fueron recibidos por la ministra de Industria, Reyes Maroto; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; el presidente del Principado, Adrián Barbón; el de la Junta, Marcelino Marcos; el alcalde de Pravia, David Álvarez, y la Corporación municipal en pleno. Y, junto a ellos, les dieron la bienvenida el presidente de la parroquia rural, Francisco González, el de la Fundación Princesa, Luis Fernández-Vega, y su directora, Teresa Sanjurjo.

Y de Villa Radis a La Casona y su espectacular panteón, donde saludaron a los integrantes de la candidatura y recibieron los primeros obsequios de los muchos que les tenían preparados: el libro 'Somao, los nombres de nuestro pueblo' y un prisma de madera con una fotografía representativa del pueblo plasmada en él.

Por sus encantos los guió Asunción Laredo, que contestó a las preguntas de doña Letizia -siempre curiosa y «escuchando atentamente»-, además de felicitar «a las niñas por lo aplicadas que son en sus estudios», porque así le consta por su trabajo como inspectora de educación. Y, cuando explicó que paseaban por la vereda por la que antiguamente salían los carruajes, se encontró con una observación de don Felipe: «Me dijo que le parecía un poco estrecha».

Los siguientes presentes llegarían enseguida, porque la Asociación Cultural y de Festejos les hizo entrega de cuatro camisetas como las que ellos mismos vestían, un décimo del 88520 -el número que juegan en la Lotería de Navidad- y unos suculentos «bollos preñaos» -como anotó la propia Reina- recién salidos del horno de la panadería Los Cabos, iguales a los 3.000 que reparten en sus fiestas y que no dejaron indiferente a don Felipe. «Huelen bien hasta con la mascarilla puesta», apreció el Rey.

La ruta por el esplendor venido de ultramar continuó en la casa El Nocéo y el espacio expositivo de La Cuadrona, que alberga una colección de obras de artistas asturianos nacidos entre 1900 y 1980, además de joyas etnográficas y piezas curiosas y de colección como carteles de películas en gran formato. Entre ellos, en un lugar destacado, el de 'La muerte tenía un precio', con banda sonora del compositor Ennio Morricone, Princesa de las Artes en esta edición de los Premios.

Galería. Los looks de la Reina Letizia y sus hijas durante su visita al Principado.

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Galería. Los looks de la Reina Letizia y sus hijas durante su visita al Principado.

Allí, fue de nuevo el Rey quien divisó una cocina antigua y se metió entre fogones seguido por el resto de la Familia, que justo después se encaminó al epicentro de la localidad, su precioso parque, para saludar a los empresarios y profesionales de Somao. Emprendedores como Aitor Valdés, de Grúas Valdés, con seis empleados, encargado de hablarles sobre la situación económica en la villa.

A él le preguntaron los Reyes a qué se dedicaba y «cómo veía el medio rural». Y la respuesta estuvo cargada de esperanza, porque les contestó que «la pandemia ha provocado que mucha gente esté buscando casa en los alrededores y, de hecho, hay muchas altas de líneas ADSL». Así que se mostraron «fascinados de que hubiese tantos emprendedores y tantos negocios en el pueblo». Y la impresión de Aitor tampoco pudo ser mejor: «Los vi encantadores. Muy amables y muy campechanos con nosotros».

Junto a él estaba también Manuel González Fidalgo, de la quesería artesanal La Peñona, que, «para que no solo se llevasen los paisajes de Somao, sino también su sabor», les ofreció varios de sus quesos, además de requesón y mantequilla de su producción.

«Quería decirles que tenían que comer queso, que se estaban quedando en nada», bromeó Fidalgo, que finalmente se conformó con entregarles las delicias que les había seleccionado antes de que se reuniesen también con los autónomos que viven y trabajan en la parroquia rural: de la ganadería a la peluquería, pasando por la fontanería, la arquitectura, la seguridad o el mundo 'fitness', que también una instructora tiene el pueblo.

Era el momento de descubrir el monolito con la placa conmemorativa que recordará la visita y, acto seguido, el de saludar a la Asociación de Amigos de Somao, en la que las niñas Yaiza García (10 años) y Constanza Morán (8) fueron las elegidas para regalarles un mantel y dos mandiles de tela, así como de varias piezas de fieltro. Un encuentro que dejó a Yaiza especialmente emocionada. «Es que voy al mismo cole que iba la Reina», acertó a contar la pequeña. Pero no fue esa la única sorpresa de la jornada relacionada con el pasado escolar de doña Letizia, porque una de sus antiguas profesoras en La Gesta también se acercó hasta Pravia a saludarla.

Y, tras el acto institucional, en el que los asistentes estuvieron divididos por parcelas para respetar una distancia de seguridad de dos metros, la Princesa de Asturias hizo entrega al fin a los somadenses del Premio al Pueblo Ejemplar 2020, para dirigirse todos después a la escuela, presidida por un retrato de don Juan Carlos y doña Sofía y donde Luis Alonso (5 años) y Olivia Álvarez (4) entregaron sendos ramos elaborados con flores de papel a Leonor y Sofía, que, junto a sus padres, estamparon luego sus firmas en el Libro de Honor ubicado en su iglesia.

«A ver si me voy a equivocar», dudó entonces la Infanta ante el edil praviano, que les hizo entrega también de una edición facsimilar del Diploma del Rey Silo y de 'El libro del concejo de Pravia' y 'Noticias históricas del concejo de Pravia'.

Un templo en el que también saludaron al párroco, Manuel Antonio Díaz, a los integrantes del coro local y a las responsables de su mantenimiento y junto al que se encontraron dos alfombras de sal -una de ellas, con sus rostros-, tradición propia de las grandes solemnidades.

La de ayer, sin duda, lo fue, pero también «un encuentro muy cercano y muy cálido», como repitieron quienes tuvieron ocasión de charlar con los Reyes y sus hijas, que completaron su visita a Somao ante el Chalet de Solís o El Marciel y observando después la rasa costera y la desembocadura del Nalón desde la balconada principal y la terraza-mirador de la Casa Amarilla. Y, desde allí, desde su torre, mirando al horizonte, Leonor le confesó al alcalde de Pravia: «Es un pueblo muy bonito». «Como de cuento», añadió él. «De cuento. Eso es». Y, después de que él le preguntase por el confinamiento tras detectarse un positivo en su colegio, le contó que ya había vuelto a clase.

La toponimia indica que Somao es un «lugar elevado, que se deja ver, que se divisa». Y la Familia Real, desde su altura, no quiso irse sin dedicar un sentido agradecimiento al personal de la Fundación por hacer posible la edición más difícil de los Premios.

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