Borrar
Centro de Innovación RuralTech de Peón. Joaquín Pañeda
Tres parroquias ejemplares por conjugar la «conservación del pasado» con la innovación tecnológica

Tres parroquias ejemplares por conjugar la «conservación del pasado» con la innovación tecnológica

El jurado del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias destaca la capacidad de trabajo de estas tres parroquias para garantizar el futuro del mundo rural

Miguel Rojo

Gijón

Lunes, 4 de septiembre 2023, 14:59

Arroes, Peón y Candanal, tal y como adelantó EL COMERCIO, ya son oficialmente Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 2023. El jurado de este Premio –convocado por trigésimo cuarto año consecutivo por la Fundación Princesa de Asturias–, presidido por Francisco Rodríguez García e integrado por Cristina Álvarez Mendo, Nicanor Fernández Álvarez, Felipe Fernández García, María Fernanda Fernández Gutiérrez, Begoña Fernández-Costales Muñiz, Pablo García Esteban, Adolfo García Martínez, Judith Naves Morán, Rosa Roces García, Ramón Rodríguez Álvarez, Trinidad Rodríguez Díez, Daniel Suárez Sánchez, Graciela Valle Fernández, Consuelo Veiga García y María Cardín Blanco, secretaria del jurado, acaba de realizar la lectura del acta en el Hotel de la Reconquista de Oviedo pasadas las dos de la tarde.

Arroes, Peón y Candanal son tres parroquias vecinas situadas en el concejo de Villaviciosa, que toman el testigo de Cadavéu, la localidad premiada en 2022. Detallan desde el jurado que «están formadas por pequeños grupos de población diseminados que mantienen elementos que han conformado su historia y su tradición, así como una economía basada en actividades agroganaderas y agroalimentarias tradicionales, que hoy combinan con otros sectores emergentes». Y añaden: «El valle de Pion (Pion y Candanal) cuenta en la actualidad con 584 vecinos y Arroes con 445, y destaca el hecho de que después de la pandemia de la COVID-19 se ha incrementado su censo de población un 11 %. Están situadas en el suroeste del municipio y comparten actividades como la escolar -niños de Arroes acuden a la escuela rural infantil y primaria en Pion- o la vecinal, con asociaciones de vecinos que promueven la recuperación del patrimonio común. En la actualidad, están implicadas en el Centro de Inteligencia Territorial y Tecnologías para el Medio Rural (CTIC Ruraltech)».

Añade el jurado en su motivación que «la economía de Arroes y el valle de Pion-Candanal se basa en explotaciones agrícolas de carácter familiar dedicadas a la ganadería bovina de carne y, en menor medida, leche. Estas explotaciones tienen un papel económico y también medioambiental, pues contribuyen a la conservación de importantes áreas de prados y pastizales que funcionan como 'cortafuegos productivo' frente a posibles incendios forestales. La ganadería se complementa con plantaciones de pomaradas (unas tradicionales y otras nuevas), que permiten la actividad de tres destacados lagares de sidra, y con los ingresos forestales proporcionados por los montes de eucalipto y pino».

Según explican los jurados en el acta, «las tres parroquias mantienen una estrecha relación gracias a sus dos asociaciones vecinales: Valle de Pion-Candanal y Arroes. La primera cuenta con quinientos cuarenta socios y centra su labor en trabajos que redundan en beneficio de la comunidad. La Asociación de Vecinos Javier de Arroes, creada en 2014, tiene doscientos cuarenta y cinco socios y organiza actividades lúdicas y formativas para sus vecinos y para la recuperación del patrimonio local. Ambas asociaciones se han unido en un proyecto común en colaboración con el CTIC Ruraltech para la recuperación de la cultura local y los 'saberes campesinos', donde están presentes tanto niños como mayores. Gracias a ellos se crea material multimedia (fotos, vídeos, testimonios, textos…) que digitalizan los propios vecinos en la web creada para tal fin por el Ruraltech», una iniciativa impulsada también a través del programa Aldea Cero por el Comisionado para el Reto Demográfico de Asturias que, hasta su reciente jubilación, encabezaba Jaime Izquierdo. «El proyecto cuenta con el legado de la Fundación Ramón Álvarez de Arriba, que donó la finca donde se ubicaba la Escuela Práctica de Agricultura (Pion), coincidiendo con la extinción de la citada fundación. El legado da prioridad a que sean los vecinos quienes lideren el proyecto, creado en 2019, y en el que trabaja un equipo estable de catorce personas de alta cualificación», añaden desde el jurado. Y es que además de la recuperación del patrimonio local, resalta el jurado que «entre las diferentes actividades de carácter tecnológico que desarrolla destacan una planta fotovoltaica para uso compartido de energía, una red de comunicaciones LORA, un mapa de riesgos paisajísticos, un sistema de trazabilidad de la sidra en 'blockchain', un proyecto experimental de telemedicina y un centro de apoyo al emprendimiento rural agroalimentario en Candanal».

El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, detallan desde la Fundación, «se ha constituido a lo largo de sus ediciones en una de las actividades de la Fundación de más amplia y mejor acogida dentro del Principado, al estar destinado a galardonar al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, en iniciativas de impulso económico y social o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad sobresalientes».

Este galardón se convocó por primera vez en 1990, al cumplirse el décimo aniversario de la Fundación, y tiene una naturaleza y carácter diferentes a los Premios Princesa de Asturias. Su dotación económica es de veinticinco mil euros. Es entregado cada año por Sus Majestades los Reyes —acompañados desde 2019 por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta doña Sofía—, durante la jornada posterior a la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, que se celebran en Oviedo en la segunda quincena de octubre.

Las tres parroquias maliayas se impusieron a las candidaturas de la Cofradía de pescadores Santa Ana, en Llanes; a la villa de Salas y sus gentes; el concejo de Pesoz; la localidad gozoniega de Llaviana; la aldea medieval de Banduxu, en Proaza; la localidad cabraliega de Sotres, puerta de entrada a los Picos de Europa; una de las capitales de los bolos del Oriente de Asturias, la localidad de Suarías, en Peñamellera Baja; la parroquia de Lloreo, en Mieres; Muriellos, en el concejo de Riosa; la comunidad vecinal de San Cucao, en Llanera; El Valle de Cuna de Mieres; Coaña, el literario pueblo del Occidente asturiano; la parroquia llanisca de Posada; la comunidad vecinal de Villanueva de Santo Adriano; la localidad de Pimiango en Ribadedeva, con su prehistórica Cueva del Pindal; el Valle del Samuño, en Langreo; la asociación Mercado Ecológico y Artesano que luce periódicamente en la plaza mayor de Gijón, entre otros puntos de Asturias; la Sociedad festivo-cultural San Antonio de Fitoria-Villamejil, de la localidad ovetense de Fitoria; la localidad llanisca de Cue; la parroquia de Pelluno, en Aller; la comunidad vecinal de Valdesoto, en Siero; la asociación vecinal Ríu Fontoria de Piloña; la asociación de vecinos San Jorge de Santurio, en Gijón, y la localidad piloñesa de Coya, cuna de les Piragües del Sella, para quienes el jurado también ha tenido ánimos y bonitas palabras por la calidad de sus candidaturas.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Tres parroquias ejemplares por conjugar la «conservación del pasado» con la innovación tecnológica