«Vuestro esfuerzo os permite ofrecer futuro a los jóvenes y escapar del despoblamiento»

«Vivís muy cerca del mar, en un paraje de una gran belleza, difícil de igualar. Con su ermita, sus acantilados y su playa entre las rocas, es uno de los lugares que más impresionan a quienes os visitan», destacó de su paisaje. «Sois un pueblo unido, emprendedor, solidario y culto. A través de vuestras asociaciones mantenéis una variada programación cultural y deportiva durante todo el año. Además, cuidáis con mimo la arquitectura, tanto la tradicional -viviendas, hórreos y paneras- como algunos magníficos ejemplos de villas indianas que recuerdan el pasado emigrante de la zona», dijo.

Y les agradeció su esfuerzo por conservar «con emoción y esmero» cada año el legado del Padre Galo, «excelente poeta y creador de la fiesta de La Regalina, a la que se también refirió la Princesa, y que es vuestra gran fiesta, una de las más bellas, típicas, auténticas y admiradas de Asturias». Por todo ello, destacó el Rey, «con vuestra ilusión y esfuerzo constante, habéis conseguido convertiros en destino turístico de primer orden sumando esta actividad más reciente a las tradicionales de la explotación forestal, la ganadería y la agricultura, lo que os permite ofrecer futuro a los jóvenes y escapar del despoblamiento que tanto afecta al mundo rural».

Y es que, en su opinión, «Cadavéu es un resumen de lo que significa ser una comunidad ejemplar. Os animo a seguir incidiendo en el trabajo, en lo social, en los cuidados, y en el mantenimiento de vuestro rico patrimonio histórico y natural, tal y como os enseñó el Padre Galo», les animó para volver sobre su figura y utilizarle para ensalzar las bondades de la parroquia. «Él amaba este lugar. Y sabía que ese amor debe reflejarse en los actos encaminados a vivir en comunidad y a extender el bienestar entre los vecinos. Él disfrutaba de este paisaje: De los tejos, como el que acabamos de plantar ante la iglesia, de la luz del amanecer, del mar, de la playa de La Ribeirona. Y supo transmitiros todo ese amor, esa contemplación serena y al mismo tiempo activa y solidaria.

Por ello, les dijo a los vecinos, «sois parte esencial de la mejor Asturias. De esa Asturias que cada año, con motivo de la entrega del Premio al Pueblo Ejemplar, podemos apreciar en todo su esplendor y por la que sentimos no solo verdadero cariño, sino también respeto y admiración».

Tras agradecer la labor del jurado, tuvo un recuerdo para el resto de pueblos que presentaron su candidatura. «Les animamos a que persistan en su empeño, cada año con más ilusión. Como muchos saben o recuerdan, ya el mero intento, el esfuerzo por obtener este reconocimiento, aunque no lo reciba formalmente, lleva consigo una valiosa recompensa: el bien de convocar a la comunidad, a los vecinos y asociaciones, a un propósito compartido de mejora, de progreso, de cuidado de la naturaleza, la cultura, las tradiciones, la actividad económica...; de convocar a todos, en fin, a un propósito de futuro y de amor a vuestra tierra».

Y concluyó: «Gracias de todo corazón por recibirnos con tanto cariño y transmitirnos vuestras esperanzas, vuestros sueños y vuestras ganas de seguir siendo, como sois, ejemplares. Muchas gracias a todos. Y enhorabuena».