Muñecas asturianas para Leonor y Sofía

Todo parece indicar que ni la Princesa Leonor ni su hermana la infanta Sofía van a estar presentes en la entrega del premio Pueblo Ejemplar a Colombres mañana. Pero la villa las tiene muy presentes. Tanto es así que han preparado dos muñecas asturianas para que las pequeñas también tengan un recuerdo de ese día. Lo ha hecho la joven Lucía Rodríguez junto a su madre Yolanda y su abuela Lines, de 86 años. Ellas tres, gracias a su destreza con la aguja y el dedal, han reproducido a la perfección dos trajes de llanisca con todo lujo de detalle que entregarán a Sus Majestades los Reyes.

La idea del regalo surgió durante los ensayos de la Reverencia, un cante que llevan a cabo las mozas de la capital ribadedense vestidas de aldeana durante las fiestas acompañadas por las panderetas y el toque de un tambor (que toca la propia Lucía), y donde se ofrece el ramo. Un ramo que en esta ocasión llevará en lo más alto las dos muñecas. «Se nos ocurrió sobre la marcha y nos pareció una buena idea», explica Laura que se puso manos a la obra quince días después de que se conociese el veredicto del jurado del Premio al Pueblo Ejemplar.

Desde entonces ha pasado muchos días y muchas horas cosiendo, cortando, bordando, remendado y puliendo todo tipo de detalles para que el atuendo de llanisca hecho en miniatura fuese perfecto. Y así hasta hace apenas dos jornadas que por fin pudieron soltar el hilo.

«Es una tarea complicada porque hay detalles muy pequeños que cuestan bastante trabajo», explica Lucía. Ni es modista ni se está formando para serlo, esta joven de 24 años es estudiante de Administración y Dirección de Empresas, pero tiene maña y con la ayuda de su madre y su abuela ha sacado adelante un trabajo excelente a pequeña escala que, sin duda, llama la atención.

Los colores no están elegidos al azar. «El rojo es porque normalmente cuando eres pequeña siempre te vistes alguna vez de ese color porque es muy llamativo, mientras que el beige es un color que Leonor y Sofía suelen llevar mucho en sus estilismos. A éste le pusimos el pañuelo granate para destacar», detalla Rodríguez que, lejos de estar nerviosa desea que llegue el momento de darles este obsequio a los Reyes para que viaje hasta Madrid para llegar a sus verdaderas destinatarias.

Hasta Gijón

Pero no ha sido un camino de rosas. «Fue fácil dar con la primera muñeca, la había en una mercería de aquí de Colombres, las típica con el vestido de comunión, pero la segunda la conseguí en Gijón. Iba vestida de novia y con los zapatos blancos, así que los tuvimos que teñir de negro porque es así como se llevan en las fiestas», subrayaba Lucía. Ahora solo queda que a Leonor y Sofía le gusten tanto las muñecas como al resto del pueblo.