«¡Viva la Princesa de Asturias!»

Con puntualidad, la Familia Real ha aparecido ante los vítores de la gente que aguardaba en la plaza.

Tras bajar del coche oficial y saludar a las autoridades, los Reyes y sus hijas se han separado para saludar a los vecinos. La Princesa se ha ido con la Reina por el lateral derecho y el Rey se ha ido con la Infanta al otro.

El acto de bienvenida a los miembros de la Familia Real en la plaza Alfonso II ha congregado a varios cientos de personas, que han respondido a la llamada del Ayuntamiento de Oviedo para mostrar a la Princesa su «cálida hospitalidad y hondo cariño» ante un acontecimiento «histórico, único e inolvidable».

«Viva la Princesa de Asturias», «viva el Rey», gritaban algunos presentes. Los más tímidos sólo saludaban. «Me saludó la Princesa», incidió Ana Rodríguez, en primera fila tras esperar algo más de 45 minutos. «Son encantadores, cercanos y entrañables y han inculcado lo mismo a sus hijas», apuntó María González.

A pesar de que las previsiones apuntaban lluvia, el buen tiempo ha presidido la bienvenida a Leonor de Borbón, que mañana pronunciará su primer discurso en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.

La comitiva de autoridades ha estado encabezada por el presidente del Principado, Adrián Barbón. También han estado el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, el presidente del Parlamento asturiano, Marcelino Marcos, y el de la Fundación Princesa de Asturias (FPA), Luis Fernández-Vega.

Los acordes de la Real Banda de Gaitas 'Ciudad de Oviedo' y el repique de la campana de la catedral han dado lustre al acto de recibimiento, en el que el público, entre el que había bastantes jóvenes, no ha parado de ondear sus banderines de España y de Asturias.

Los balcones de la plaza también se han engalanado con las dos enseñas.

Tras los saludos, la Familia Real ha accedido a la Catedral a través del Jardín de los Reyes Caudillos, situado en un costado del templo, y donde están las estatuas de doce reyes asturianos, desde Pelayo a Alfonso III.

Los reyes y sus hijas se han dirigido a la Cámara Santa, donde se custodia la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias desde que fuera donada por el rey Alfonso III en el año 908 y a la que se vincula con don Pelayo en la batalla de Covadonga. En el camarín, también se exhiben otras valiosas reliquias, como la cruz de los Ángeles, símbolo de Oviedo, y el Santo Sudario.

El Arzobispado y el Cabildo de Oviedo han obsequiado este jueves a la Familia Real durante su visita a la catedral con una edición facsímil del testamento del rey Alfonso II el Casto, datado en el año 812. El testamento original es un cuadernillo en pergamino, de dieciséis páginas, que contiene la donación del rey a la iglesia San Salvador de Oviedo. En el siglo XIX, este documento fue cubierto en piel de color verde y orlado con hilos dorados y un grabado con el siguiente texto: «Testamento original del piadosísimo Rey D. Alonso el Casto. Era 850».

En el año 2005, se convirtió en edición facsimilar en papel «Pergamenata Marina Dover» de 175 gramos en la que colaboraron Juan Ignacio Ruiz, María Josefa Sanz y Agustín Hevia.

A la salida de la basílica, la banda de gaitas y el Coro de la FPA han interpretado el himno de Asturias.