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AZAHARA VILLACORTA
Viernes, 11 de octubre 2019
Gracias, gracias, gracias». Así recibió en la noche de ayer la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, a los primeros visitantes de la ovetense Fábrica de Armas de la Vega, que abrió sus puertas poco antes de las ocho y media de la tarde en medio de una gran expectación y con una larga cola para verla convertida en 'La FPAbrica' ... , uno de los puntos neurálgicos de esta edición de los Premios Princesa de Asturias hasta el próximo jueves, día 17, solo un día antes de la solemne ceremonia de entrega de los galardones. Un espacio que durante las próximas jornadas cobrará vida con multitud de actividades para todos los públicos que ya han registrado más de 12.000 inscripciones, completando muchas de ellas su aforo: desde obras de teatro a conciertos pasando por exposiciones, juegos, cine e instalaciones artísticas que formarán parte de la programación de esta 'Fábrica de los Premios'. Y eso, gracias al trabajo de doscientas personas que también recibieron el agradecimiento de Sanjurjo, al igual que el Ministerio de Defensa, que ha cedido las instalaciones en esta edición histórica en la que la Princesa de Asturias debutará en el Campoamor.
Han sido cientos de horas de trabajo para volver a convertir La Vega en el enclave estrella de los galardones tras la 'Fábrica Scorsese' y, a juzgar por las reacciones de los primeros visitantes, el equipo de la Fundación ha conseguido superarse.
«Fascinado» se encontraba, por ejemplo, el artista Juan Falcón ante el 'Jardín sensorial' que da la bienvenida al público en el Almacén de la Fábrica, una instalación realizada por el colectivo artístico uh513, formado por María Castellanos y Alberto Valverde. Un edén para el que el vivero del Ayuntamiento de Oviedo ha cedido más de cien plantas que se mezclan con plantas robóticas en forma de tentáculos que interactúan con las reales, interfaces pensadas para que el público las coja en sus manos y sienta el mundo vegetal, columnas de sonido que emiten sonidos electrónicos inspirados en aves o luciérnagas que emiten luces de tonos rojos y azules, colores que los vegetales siguen o repelen. Todo un universo casi mágico en el que incluso es posible llevar de casa una planta, conectarla a unos electrodos y medir las reacciones a los estímulos externos.
Es solo una de las maravillas pensadas para homenajear la trayectoria y la obra de cada uno de los ocho galardonados de esta edición. En este caso, las de las biológas Joanne Chory y Sandra Myrna Díaz, que recibirán el Premio de Investigación Científica y Técnica.
Pero es que, pocos metros más allá, los escolares han convertido otra parte del Almacén en una pinacoteca como tributo al Prado con sus particulares versiones de sus cuadros más emblemáticos. Y también al museo estuvo dedicada la proyección del artista italiano Rino Stefano Tagliafierro y su compañía, Karmachina, que, junto al grupo musical Fernweh, ofrecieron un impactante espectáculo visual basado en El Bosco.
Siguiendo un camino de bombillas y neones, si uno se adentra en las antiguas Fundiciones, hallará 'Kyrie', una instalación artística que utiliza la tecnología para ensalzar los trazos maestros cuadros que representan la figura de Cristo (de Velázquez a Goya o Zurbarán) acompañados de la música del Cuarteto Quiroga. Un lugar cargado de misticismo que logra sobrecoger a quien se adentra en él.
Todavía más allá, en la Escuela de Artes y Oficios, una mesa llena de manjares que parece directamente sacada de un lienzo creada por la cocinera y creadora de ambientes Federica Barbaranelli o la propuesta de la diseñadora Teresa Patiño, el 'Atelier del Prado', en el que ha creado un vestido a partir de una obra del museo. Y, junto a él, 'Arte-facto', un juego ideado por el artista plástico asturiano Federico Granell, que anima al público a que experimente con las figuras de cien personajes sacados de los lienzos de la pinacoteca, combinándolos entre sí sobre siete fondos distintos en un teatrillo, «porque, en el fondo, todos llevamos un niño dentro». Y, así, por ejemplo, será posible ver al Carlos V de Tiziano entrar a caballo en 'Las meninas'. Todo eso y mucho más sin inscripción previa en esta fábrica a pleno rendimiento que, en palabras de Luis Fernández-Vega, presidente de la Fundación, «solo pretende acercar al público estos Premios que son de todos».
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