«Ha sido una alegría enorme poder ver lleno el Campoamor tras la pandemia»

-Unos Premios, los de este año, en los que ha habido dos imprevistos. El primero, la renuncia a la Presidencia de Mauro Guillén por motivos de salud.

-Sí que fue un imprevisto, pero creo que quedó de manifiesto la capacidad de reacción de la Fundación por un lado, el fantástico perfil de patronos que tenemos por otro y, finalmente, el resultado de una elección, la de Ana Isabel Fernández, que es una persona que reúne todas las condiciones para presidir la Fundación. Tendremos un perfil fantástico al frente de la institución. Lo hemos sentido mucho por Mauro, a quien le deseo una pronta recuperación, pero creo que hemos reaccionado rápidamente, con solidez, y en diciembre tomará posesión Ana Isabel Fernández.

-¿Habrá algún acto especial?

-Seguramente será en la reunión ordinaria del Patronato.

-El otro imprevisto fue la indisposición de Sofía, primero, y de Leonor después, que tuvo que abandonar la visita al Pueblo Ejemplar.

-Su Majestad la Reina leyó el discurso que tenía previsto pronunciar la Princesa y, con toda normalidad, explicó en público lo que había sucedido. Dijo que era una gastroenteritis. Es algo que alguna vez nos han pasado a todos. Ella asumió las palabras de Leonor y los vecinos estuvieron muy cariñosos con la Familia Real y están deseando que vuelvan a Cadavéu, tal y como prometieron.

-Tienen también pendiente una visita a Asiegu...

-En Asiegu tuvieron que suspender parte de la visita por el mal tiempo, que impedía ver los Picos, y también dijeron que volverían.

-¿Algo más sobre el estado de salud de las hijas de los Reyes?

-La Reina ya dijo que tenían gastroenteritis, más no se me ocurre qué decir. La Princesa muy bien no se encontraba, pero intentó hacer todo lo posible para hacer la visita, hasta que vio que iba a peor y tuvo que retirarse. Cuando pregunté a sus padres, me dijeron exactamente lo que la Reina dijo después en público y, al ver que estaban bien, yo estuve hablando más tarde con el Rey sobre ello y, al no haber más novedad, no insistí. Pero ellos estaban muy tranquilos.

-¿Es hora de dar las gracias a alguien en especial?

-Un agradecimiento muy grande para los premiados, a los patronos, a los colaboradores... Y, sobre todo, a la ciudadanía un agradecimiento enorme. La lista aumenta cada año porque es lo justo, tenemos un gran respaldo. Y también agradezco a las personas que nos han hecho críticas constructivas, trataremos de mejorar.

-El programa Toma la palabra, que lleva a los premiados por los centros de Asturias, está ganando mucha notoriedad.

-Han participado 103 centros este año y se han elaborado miles de trabajos sobre los diferentes temas que hemos propuesto, los docentes se han volcado. Y los premiados me han transmitido su ilusión, su emoción por ver cómo los estudiantes han dedicado tantas horas a estudiar lo que ellos hacen. Esto culmina con la visita a los centros, que es muy especial para ellos.

-El concierto de este año estuvo dedicado al flamenco.

-Se dedicó al flamenco porque las premiadas de las Artes de este año eran cantaora y bailaora. Nos pareció lo lógico, lo más coherente, y les estamos sumamente agradecidos por haber dedicado su tiempo a este espectáculo, producido exclusivamente para la Semana de los Premios.

-También quedará para la historia la imagen de Pagés y Linares actuando en la ceremonia.

-Las dos me han transmitido la emoción que ha supuesto para ellas el Premio, la relevancia y el aplauso al flamenco como género que supone, y lo han puesto de relevancia. Han hablado con el cante y con el baile.

-El año que viene la Princesa cumplirá dieciocho poco después de los Premios. ¿Hay algún cambio previsto o se hará algo especial con ese motivo?

-La Fundación siempre va paso a paso. Todo eso se decidirá en su momento y tendremos en cuenta, por supuesto, la opinión de sus padres, los Reyes.

-El Rey se mostró muy cariñoso con Luis Fernández-Vega.

-Sí. Fue un momento emotivo y bonito. Las palabras del Rey sobre Luis resumieron el sentir de todos. Le reconoció la dificultad de la gestión de estos años tan complicados, destacó su enorme mérito y yo lo suscribo.

-¿Fue también un regreso a la normalidad tras las restricciones de la pandemia?

-Ha sido una alegría enorme volver a ver las 1.300 butacas hábiles del Teatro Campoamor llenas y los aforos completos en todas las actividades. La fábrica también estuvo llena, la gente participó en todo momento.