Premios Princesa de Asturias 2020 | «Vinimos a arropar a la Familia Real»

La llegada de la Familia Real ayer a Oviedo dejó un poso de nostalgia en una ciudad acostumbrada a que estos días fueran de bienvenidas multitudinarias, de bullicio y de saludos que se graban para siempre en el recuerdo. El ambiente de la capital, esta vez, estaba marcado por el silencio de esta nueva normalidad que impide todo lo que hasta hace muy poco tiempo hubiera sido habitual.

Aún se acordaban muchos de cómo hace tan solo un año vivieron la llegada de los Reyes y de sus hijas, la Princesa Leonor y la infanta Sofía, a las puertas de la Catedral. Allí los esperaron centenares de asturianos que, con el eco de la música resonando, los aplaudieron, vitorearon y pudieron incluso saludarlos en su camino a pie hasta la entrada del templo. Ayer, sin embargo, no hubo ni rastro de todo ese calor.

La Familia Real llegó en coche a la Fábrica de Armas de La Vega, a las seis y media de la tarde, para hacer un recorrido por sus instalaciones, sede de todas las actividades durante esta Semana de los Premios. A las puertas, al paso de los vehículos, sonaron los aplausos y varios vivas al Rey secundados por la treintena de ovetenses que se encontraban allí, nerviosos, esperándolos. «Precisamente por ser un año tan raro, los asturianos debemos estar apoyando estos Premios y arropando a la Familia Real», opinaba Ángeles Fernández.

Lo mismo pensaba Maribel Montenegro, que acudió con su hijo Mateo. «Ya fui el año pasado a recibirlos y este año quise volver», decía. Como ella, aguardaba emocionada Mónica Jakimczuk, una argentina que desde que se instaló en el Principado no se pierde esta cita. «Llegué hace once años y, desde entonces, he venido todos. Me gusta estar aquí porque es un símbolo, es un disfrute ver a la Familia Real», contaba. Ella recordaba años «de frío y lluvia», así que estas circunstancias de pandemia no iban a acobardarla.

Mientras tanto, frente al Hotel de la Reconquista, esperaba también un nutrido grupo de ciudadanos, casi todos, habituales cada octubre en esta bienvenida y, esta vez, tampoco cambiaron sus planes. «He venido ya unos cuantos años», aseguraba Patricio Santos, aunque esta edición nada es lo que ya conocía. «Este año hay poca gente, pero se va animando», opinaba. Y, como él, Mari Ángeles González echaba también en falta el ruido y la multitud de tantas otras veces. «Solemos venir todos los años. El Rey es una figura importante y muy necesaria», afirmaba

A otros, sin embargo, como Jenifer Bouzada y Yago Méndez, que estaban disfrutando de sus vacaciones, les sorprendió el jaleo en el Reconquista y no dudaron en apostarse enfrente para verlos llegar. «Ya que nos coincide, nos quedamos a curiosear», decían. Allí, tampoco faltaron los aplausos, los vivas al Rey y el orgullo compartido por todos los presentes al ver que los Premios Princesa de Asturias son capaces de sobreponerse a cualquier circunstancia por muy adversa que esta sea.

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