A. RANERA
OVIEDO.
Sábado, 29 de octubre 2022, 01:57
«Este premio significa que lo que estamos haciendo tiene un impacto en el mundo», se enorgullecía ayer el boxeador venezolano Eldric Sella, a su llegada al Hotel de la Reconquista. Él es una de las almas que forman parte del Equipo Olímpico de Atletas ... Refugiados y se sentía tremendamente feliz por que el mundo conociera por fin la situación que atraviesan muchos deportistas como él. «A mí me tocó irme de mi país porque allí no podía conseguir mis sueños», explicaba con pesar. «Con este galardón, espero que nuestro trabajo impacte en aún más personas», proseguía convencido.
Publicidad
A su lado, le invadía la emoción a la ciclista afgana Masomah Ali Zada, su compañera de equipo, de vida cruda y de batallas deportivas. «Empecé a montar en bicicleta cuando aún estaba en Afganistán», explicaba esta joven. «Por culpa de los talibanes, la mentalidad del país cambió y ya no se aceptaban las bicis para las mujeres», se lamentaba. Con ese panorama injusto a su alrededor, la obligaron a abandonar el país y se refugió en Francia, en busca de la libertad perdida. «Allí también monto en bici y sigo aprovechando para normalizar su uso», explicaba orgullosa de estas convicciones por las que cambió su vida.
Pedaleando, Masomah quiere llegar lejos y conseguir «ser una voz para las mujeres afganas». Ese reto, que no es nada fácil y que ahora es más necesario que nunca, lo está logrando, en gran parte, gracias al Equipo Olímpico de Atletas Refugiados. «Con este programa, he podido participar en los Juegos Olímpicos y lanzar un mensaje de esperanza a todos los atletas refugiados», decía e insistía: «Y espero que también les sirva a todos los niños, porque este premio nos de mucha energía». Junto a estos dos deportistas, estaba ayer el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, a quien también se le escapaba la alegría. «Estamos muy contentos de estar aquí y de haber sido galardonados con este prestigioso premio asturiano», lanzaba. Él, de hecho, interpretaba este reconocimiento como «un empujón para nuestros atletas refugiados».
Según Bach, para todos estos deportistas que integran el equipo, este aplauso de la sociedad supone «un estímulo para seguir entrenando aún más fuerte para los próximos Juegos Olímpicos que se celebrarán en 2024», comentaba. Aunque, a decir verdad, el aliciente de la distinción se extendía entre todo el equipo y llegaba también al comité organizador. «Para nosotros también es un estímulo, para reforzar nuestra asistencia a los refugiados», prometía.
Publicidad
Con esa felicidad compartida por los tres, Sella aseguraba que seguirán «luchando», ahora con más energía que nunca. Falta les hace para seguir superando metas y consiguiendo que las generaciones futuras de sus países de origen nunca tengan que huir para poder hacer sus sueños realidad. O, simplemente, para que puedan montar en bici. Unas horas después, recibían sobre el escenario el aplauso del Teatro Campoamor.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La artista argentina Emilia, cabeza de cartel del Música en Grande
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.