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La italiana Yuya, Carlota Bosch y María Claudia Sandoval se conformaron con verla de lejos. J. C. ROMÁM
El monumental tirón de Meryl

El monumental tirón de Meryl

Desde Italia, Madrid y Barcelona llegaron a Oviedo fans de la Premio Princesa de las Artes, que la esperaron ocho horas bajo la lluvia

ANA RANERA

OVIEDO.

Sábado, 21 de octubre 2023, 00:46

A las diez y media de la mañana se colocó ayer Carlota Bosch a las puertas del Hotel de la Reconquista. Esta barcelonesa es tan fan de Meryl Streep, Premio Princesa de las Artes, que le dio exactamente igual que las rachas de viento alcanzaran los 40 kilómetros por hora y que la lluvia no diera tregua en todo el día. Bajo un paraguas de colores, con chubasquero y con la mejor de sus sonrisas, la esperó durante ocho horas para ver únicamente cómo salía del hotel, rumbo al Teatro Campoamor. «Nunca había estado en Oviedo, vine solo para ver a Meryl porque la admiro mucho desde pequeña», confesaba pocos minutos antes del momento más ansiado.

Tanta pasión siente Carlota por la actriz, que sacó los billetes de avión con destino Asturias «el día que anunciaron que ella era la galardonada». Fue el pasado 26 de abril, un día del que tampoco se podrá olvidar la madrileña María Claudia Sandoval. Esta joven también estuvo ayer ocho horas apostada a las puertas del hotel y aseguraba que, con verla de lejos, se conformaba, no le hacía falta más para ser feliz. «Yo no aspiro a que me firme un autógrafo ni a hacerme una foto, con verla, me vale», prometía. Estaba encantada de que Streep estuviera a solo unos metros, después de haber visto incontables veces «'Memorias de África' y 'Los puentes de Madison'», sus películas preferidas.

Esos títulos eran los más repetidos entre la mayoría de admiradores, como Yuya, una italiana que vino desde un pueblo próximo a Milán, también por Meryl. «Cuando me enteré de que iba a venir a España, me puse a prepararme el viaje y a informarme sobre Oviedo». Necesitó poco tiempo para animarse a comprar los billetes de avión y plantarse en la capital asturiana el jueves, después de recorrer algo más de 1.500 kilómetros. Y, a ella, llegar 24 horas antes de la ceremonia, le permitió «verla pasar en coche un segundo cuando salió del hotel», celebraba.

Estas tres chicas aseguraban que no eran las únicas que habían viajado para ver a la actriz, de hecho, contaban que se habían encontrado con turistas de Hamburgo y de diversos rincones de España. Tal vez Meryl Streep no mueva montañas, pero sí que consigue movilizar a cientos de admiradores de todos los rincones del mundo, que cruzan fronteras y soportan borrascas solo por verla brillar un segundo.

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