La resistencia hecha palabra poética

Indómita, transparente, resistente. A Ana Blandiana, poeta, narradora y ensayista rumana que ha hecho del compromiso ético con la libertad su vida, le dedicó el jurado de las Letras esos calificativos, esas hermosas palabras. Y ella, desde Bucarest, en la distancia, las agradeció citando a Platón y poniendo prosa a la poesía que la ha acompañado siempre: «No puedo evitar recordar el pensamiento de Platón que recomendaba la coronación de los poetas con laureles y su expulsión de la ciudad. ¡Pero, ¿y si para mí la poesía es realmente un camino hacia la polis, una forma de quedarse, una forma de acompañar el sufrimiento de los demás?».

Ella ha vivido. Y ha sufrido los golpes del comunismo y de la dictadura de Ceauscescu, ha sido prohibida, censurada, vigilada... Pero ha logrado encontrar eco para una voz poética que ha trascendido esa Rumanía en la que nació en 1942 bajo el nombre de Otilia Valeria Coman. Hace tiempo ya que lo hizo. Hace tiempo ya que su nombre se sitúa entre las mejores voces poéticas de Europa como una autora de culto y sus versos, sobre todo sus versos, se han traducido a una veintena de idiomas. Ahora, su voz, intuye ella, se escuchará más alto y más lejos: «Gracias por el eco que su prestigioso premio dará a mis ideas y mis poemas y que lo amplificará en la conciencia de los lectores españoles de todo el mundo», decía ayer desde la capital rumana.

Hay, pues, dos vertientes en ella. La puramente literaria, y la política, la ética, la moral. Empecemos por el final: «Al igual que Anna Ajmátova o Václav Havel, Ana Blandiana se transformó en la conciencia de su época, símbolo de valentía e integridad moral ante un poder totalitario. Forma parte de aquellos escritores que concibieron la función del escritor como la de ser testigo de su tiempo, y la literatura como una forma de resistencia ante el terror de la historia». Así lo ha dejado escrito Viorica Patea, en el prólogo de su libro 'Proyectos de pasado'. La conoce bien porque es su traductora al castellano. Y así define ella lo que es una escritura que incluso se ha llegado a comparar con las de Cortázar, Poe, Borges o Kafka: «Con pronunciados acentos metafísicos y un acuciante sentido de la responsabilidad, su obra articula un discurso esencial acerca del mundo y del ser. De naturaleza romántica, contemplativa y visionaria, tanto su prosa como sus versos tienden hacia un lirismo de las esencias y cultivan un tono sincero y espontáneo».

Sus versos son el asombro ante la belleza, aspiran a la autenticidad; sus palabras nos conducen a saber más sobre la creación artística y la condición humana, sobre la inocencia, la caída, la muerte y la supervivencia, sobre el amor y la responsabilidad ante el terror de la historia y la necesidad de dejar testimonio de lo vivido. En ese don de contarnos y apelarnos a todos esta una virtud que empezó a destapar el tarro de las esencias en 1964, cuando publicó 'Primera persona del plural', su primer poemario, después de que a la hija del sacerdote ortodoxo el régimen comunista le prohibiese escribir y estudiar. Dos años después, llegó 'El talón vulnerable' y en 1969, 'El tercer sacramento'. Publicó en revistas versos que se convirtieron en iconos de la lucha contra la dictadura comunista y a finales de los ochenta empezó a escribir poesía de protesta. En 1989, con la llegada de la revolución, inició su vida política con una campaña que promovía la eliminación del legado comunista y la creación de una sociedad abierta. Presidenta de honor del PEN de Rumanía, es miembro de la Academia Europea de Poesía, de la Academia de Poesía Mallarmé, de la Academia Mundial de Poesía (Unesco) y de la Unión de Escritores de Rumanía. Es miembro fundador y presidenta desde 1994 de la Fundación La Alianza Cívica, movimiento apolítico cuyo propósito es aliviar las consecuencias de más de cincuenta años de comunismo en Rumanía.

Fue exiliada en su propia casa y todo ese periplo vital trasciende en una obra singular que se concreta en títulos como '50 poemas' (1970), 'Octubre, noviembre, diciembre' (1972), 'Acontecimientos en mi jardín' (1980), 'La hora de arena' (1984), 'Acontecimientos en mi calle' (1988), 'La arquitectura de las olas' (1990), '100 poemas' (1991), 'La primera mañana después de la muerte' (1996), 'Cosecha de ángeles' (1997), 'El libro blanco de Arpagic' (1998), 'Sol, entonces' (2000), 'Poemas' (1964-2004), 'Para ser o buscar' (2005), 'Patria mía A4' (2010) y 'Variaciones sobre un tema dado' (2018).

Autora de ensayos, de ediciones de relatos fantásticos y de dos novelas, en castellano se han publicado 'Cosecha de ángeles' (2007), en edición bilingüe, 'Proyectos de pasado' (2008), 'Las cuatro estaciones' (2014), 'El reflujo de los sentidos' (2016), 'Mi patria A4' (2014), 'Octubre, noviembre, diciembre' (2017), 'Primera persona del plural' / 'El talón vulnerable' (2021), 'Variaciones sobre un tema dado' (2021) y 'El sueño dentro del sueño y otros poemas' (2023).

Premio de Poesía de la Unión de Escritores de Rumanía (1969), ha recibido, entre otros, el Premio de Poesía de la Academia Rumana, el Internacional Gottfried von Herder de la Universidad de Viena (1982), el Premio Nacional de Poesía (1997), el Opera Omnia (2001), el Internacional Vilenica (2002) y el Poeta Europeo de Libertad en 2016, además de la Legión de Honor francesa. Es, asimismo, doctora honoris causa por las universidades de Salamanca y Sofía, entre otras.