Secciones
Servicios
Destacamos
SARA GARCÍA ANTÓN
OVIEDO.
Sábado, 23 de octubre 2021, 02:36
Fue un discurso repleto de mensajes: al esfuerzo, al trabajo, a no rendirse. Y también de agradecimientos a todos aquellos que de una u otra manera se han enfrentado a la covid-19. Katalin Karikó reivindicó en el Campoamor el papel de la Ciencia, ... de la investigación, para mejorar la sociedad. Ganadora del Premio Princesa de Asturias a la Investigación Científica y Técnica junto a Drew Weissman, Philip Felguer, Ugur Sahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert por el trabajo de todos ellos, que posibilitó que las vacunas contra la covid vieran la luz, Karikó hizo de su discurso una defensa del trabajo que se desarrolla en los laboratorios y animó a las nuevas generaciones a seguir este camino: el de la investigación.
Noticia Relacionada
Lo hizo sin olvidar a nadie -«somos representantes de los cientos de científicos, médicos y expertos que durante las últimas décadas han ayudado a sentar las bases de nuestro trabajo»- y destacando de manera especial la labor de quienes estuvieron en primera línea contra la covid, de aquellos trabajadores sanitarios que encararon «increíbles riesgos para salvar a sus pacientes, algunos incluso haciendo el sacrificio supremo para ayudar a otros». Ellos, aseguró esta bioquímica húngara, «nos inspiraron para trabajar más duramente y a actuar para desarrollar vacunas que salvan vidas». «Mientras trabajaba en mi mesa del laboratorio solo soñaba con conseguir un impacto así», dijo. En su defensa de la investigación no perdió de vista el destinatario real de su trabajo: quienes necesitan ser atendidos. «Los enfermos están esperando», apuntó tras señalar las «infinitas» posibilidades que aportan las tecnologías: «Ya estamos investigando formas de prevenir el VIH, la malaria, de reducir el cáncer y de tratar muchas enfermedades».
Noticia Relacionada
Sus palabras emocionaron en el Campoamor, donde recogió un galardón que confía en que «arroje luz sobre la importancia de la investigación científica». Un trabajo colectivo que se desarrolla en laboratorios, con paciencia: «Hemos pasado años trabajando en tecnologías que a algunos les parecían poco convencionales y casi de ciencia ficción, pero compartíamos la inmensa creencia de que si el resultado de nuestro trabajo podía mejorar la vida de al menos una persona, entonces habríamos tenido éxito». Y así fue. Y así lo reconoció el público del Campoamor, volcado con los ganadores de este premio.
Envió asimismo un mensaje a los investigadores que están por llegar: «Nuestra esperanza ahora es inspirar a la próxima generación de científicos, médicos y trabajadores sanitarios. Mantened la curiosidad, haceos preguntas y mantened el rumbo sin importar cuán sinuoso pueda ser el camino por delante».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.