MARTA VARELA
RIAÑO (LANGREO).
Martes, 19 de octubre 2021, 01:44
Los escolares del colegio Clara Campoamor del distrito langreano de Riaño fueron de los primeros asturianos que aprendieron a pronunciar el nombre de Katalin Karikó, una de las madres de la vacuna contra el covid. Y es que el pasado mes de marzo comenzaron ... a trabajar sobre la figura de esta científica a la que homenajearon el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Después, se pusieron en contacto con ella y le enviaron su trabajo, tras saberse que había ganado junto a seis colegas el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Y ella lo tuvo claro: «Comunique a la Fundación que quería venir a conoceros». Ayer cumplió su deseo con una visita fuera de protocolos. No hubo discursos elogiadores, Karikó habló sin distancias con los 131 alumnos del colegio, a los que intentó transmitir su amor por la ciencia
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Sin dejar de sonreír a los pequeños y con su marido ejerciendo de fotógrafo durante toda la visita junto al resto de profesionales, contestó a las preguntas de los estudiantes. «Siempre me gustó investigar, a los 16 años tomé la decisión de ser científica. Si no igual me hubiese dedicado a investigar crímenes, pero es mejor contribuir a una vacuna», bromeó. Reconocía también que, «en ocasiones, a los científicos nos cuesta hablar de forma sencilla de la ciencia, y tenemos que animar a los niños a que amen la ciencia, a que sean científicos». No quiso abandonar el centro sin lanzar mensajes motivadores: «Creed en vosotros mismos, y con trabajo y estudio podréis ser lo que queráis». Además, les aconsejó: «Sed buenos entre vosotros, seréis amigos para siempre, ellos estarán siempre a vuestro lado». Respecto a su futuro, fue también muy clara: «Tenéis que hacer lo que os guste de verdad».
Y, tras atender a todos con tanto cariño, recibió varios regalos. Entre ellos, una bata de científica del centro, que se puso de inmediato y ya no se quitó. Pero aquí no termina esta relación, ya que Karikó tiene previsto donar la aportación económica que le corresponde del Premio Princesa de Asturias, unos siete mil euros, al centro en forma de material escolar. La científica debe compartir con sus seis compañeros el total del montante económico 50.000 euros. La dirección del centro piensa destinarlos a algo relacionado con la difusión de la ciencia entre los alumnos.
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