«Nosotros no nos dedicamos a pensar en las vidas que hemos podido salvar»

Fue una alumna del ovetense Amor de Dios quien, a través de la pantalla, quiso conocer las sensaciones de estos investigadores cuando toman conciencia de que son los responsables de haber salvado millones de vidas. Ellos se quitaban importancia. «Nosotros no nos dedicamos a pensar en las vidas que hemos podido salvar. Preferimos imaginar los muchísimos tratamientos que van a poder surgir del ARN mensajero», aseguraba Weissman. Con él, coincidían todos sus colegas porque, como decía Rossi: «El éxito es de la ciencia, no de los individuos».

Felgner iba más allá y afirmaba que «el límite es el cielo cuando hablamos de vacunas» y presumía del hito logrado. «Le hemos dado la vuelta a la ciencia y así seguiremos haciéndolo en el futuro». Por eso, estos investigadores ya tienen la vista puesta en nuevos proyectos. «Cada año fallecen cientos de miles de personas por mordeduras de serpiente y a otras muchas hay que amputarlas. Esa gente está abandonada y eso que estamos hablando de una crisis sanitaria mundial. Se deja de lado porque no se desarrollan fármacos para esas poblaciones. Me gustaría hacerle frente a esa situación», apuntaba Rossi.

Y, puestos a mirar hacia el futuro y a dar consejos a estos estudiantes, Karikó advertía a las chicas de que «las dificultades para las mujeres surgen cuando forman una familia». Por eso, las instaba, entre risas, a «elegir bien a su pareja» y a ellos a estar a la altura, pero animaba, a unas y otros, a nunca cejar en su empeño.

Y no solo los estudiantes de Secundaria pudieron ayer charlar con estos galardonados, antes también lo hicieron unos cuantos alumnos de Primaria, que habían participado en la actividad 'Los 7 magníficos científicos', en la que tenían que hacer un dibujo sobre las vacunas. «Nos gustó mucho pintarlos. Las clases en las que estuvimos investigando sobre ellos fueron muy divertidas», aseguraba Inés Noval, estudiante de 5º del C. P. Germán Fernández Ramos, en Oviedo.

Con esta estudiante, estaban de acuerdo todos los allí presentes. Como Irene, Nayara y Ana, de 6º, del C. P. Ventanielles. «Aprendimos sobre su forma de trabajar y lo pasamos muy bien dibujándolos», apuntaban. De hecho, hubo algunos pequeños que hasta aprovecharon el encuentro para lanzarse con el inglés y explicarles sus creaciones a los científicos, los verdaderos protagonistas. Derrick Rossi incluso se paró a inmortalizar con su cámara los dibujos y también a los pequeños artistas. Lo merecían por la ilusión que derrochaban al verse, nerviosos, mirando a los ojos a sus héroes.