«¡Qué guapas!»

Don Felipe, doña Letizia, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía llegaron en coche oficial puntuales, a las 19.19 horas. Todas las miradas y flashes les apuntaban directamente: «¡Qué guapas!», fue el comentario más escuchado entre el público, por encima de los aplausos y hasta de la música de las gaitas. Pancartas, banderas de Asturias y de España no faltaron en el recorrido. De eso se encargaron las decenas de personas congregadas en los aledaños del Auditorio, que los arroparon, igual que los representantes políticos y del mundo empresarial, cultural y social.

La familia, por su parte, marcó tendencia y dijo mucho con sus 'looks'. La Reina volvió a arriesgar; siempre lo hace el día del concierto. En esta ocasión escogió un vestido de estreno, de terciopelo negro y escote 'halter' cubierto en la parte delantera por pedrería y de corte midi. Volvió a confiar en la diseñadora Teresa Helbig, quien presentó este atuendo hace apenas unos meses. El traje, entallado, deja parte de la espalda abierta, por lo que optó por dejarse el pelo suelto y liso. No iba en plano; escogió unos zapatos destalonados no muy altos para completar su 'total black'. Y para redondearlo todo, unos pendientes de aro y el anillo que le regalaron sus hijas.

La Princesa Leonor, como guiño y porque es uno de sus colores favoritos, volvió a escoger el fucsia, igual que hizo en su debut en el concierto el año pasado. Lo que cambia es su estilo, pues la heredera se hace mayor, y se nota. Del vestido silueta 'wrap' pasó a un traje de dos piezas. La chaqueta mostraba un amplio lazo que se ceñía ligeramente a la cintura y dejaba entrever un top lencero negro. Los pantalones, anchos, terminaban en unos zapatos de ante con tacón de un tono similar al traje que firma Carolina Herrera.

La infanta Sofía se mantuvo fiel a su estilo -y a uno de los colores de la temporada, el verde- con un vestido muy corto, mangas largas y cuello redondo y toque drapeado.

El fucsia, el verde y los estampados fueron los favoritos del resto de invitadas. Se notaba un duende especial, quizá porque el atuendo no se debía completar con una mascarilla. Eso y las altísimas temperaturas llenaron de color la antesala de la gala de entrega de los Premios Princesa. La edición de este 2022 puso de manifiesto su toque andaluz, marcado no solo por el calor sino por el arte de María Pagés y Carmen Linares. Y para verlas como manda la tradición también desfilaron abanicos y claveles. Todo para una víspera que hace prever que hoy será un día grande sobre la alfombra azul.