Borrar
Pau y Marc Gasol sonríen antes de un enfrentamiento en la cancha de los Bulls de Chicago.
El apellido Gasol agranda su leyenda

El apellido Gasol agranda su leyenda

El jurado distingue a los dos hermanos con el Premio Princesa de los Deportes por «sus grandes triunfos y por alcanzar el cénit en la Liga más competitiva»

EDUARDO ALONSO

Miércoles, 16 de septiembre 2015, 10:16

No sería posible explicar el talento de los hermanos Gasol sin el trabajo y la resistencia a la corrosión. Los organismos de estos dos colosos del baloncesto nacional e internacional son maquinarias casi perfectas de ganar, a lo que añaden un grado de competividad sin tope, una constante en sus vidas. Dos animales, pues, competitivos.

«Jugábamos a concursos de tiro, muchos veintiunos. A medida que Marc se hizo mayor, ya no existía tanta diferencia física. Jugábamos partidos el uno contra el otro. Pero empezó a tener opciones más adelante, cuando tendría unos 20 o 21 años», desvelaba el mayor de los hermanos en una entrevista semanas atrás.

El municipio de Sant Boi, de aquellos que forman el cinturón que rodea la ciudad de Barcelona, vio nacer y crecer a Pau (Barcelona, 1980) y Marc Gasol (Barcelona, 1985), dos de los pilares de oro de 'La Roja'. El baloncesto fue siempre el deporte en la casa de la familia Gasol. Lógico. Primero, por sus padres, Marisa y Agustí, ambos exjugadores. Segundo, por una genética bendecida: la madre mide 1,86 metros y el padre, 1,97.

El impacto de Pau y Marc trasciende cualquier barrera. Pocos como ellos han acumulado tantos honores para recibir la distinción del Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2015. «Además de sus grandes triunfos, han alcanzado el cénit en la liga de baloncesto más competitiva del mundo». Y no sólo eso. Llevan el mundo del baloncesto a la excelencia, mientras exploran sus límites para dar lo mejor de sí mismos tanto dentro de la cancha como fuera de ella.

«Considerados un ejemplo de los valores deportivos y embajadores de la marca España, los Gasol pusieron en marcha en 2013 la Gasol Foundation, con el objetivo de promocionar la actividad física y la alimentación saludable entre los escolares de Los Ángeles y Badalona. También colaboran con Unicef», reza el fallo del jurado, al que puso ayer voz, por primera vez como presidente, Abel Antón.

Los jurados, por definición, son herméticos y, en ocasiones, incomprendidos. Más aún, quizás, en el caso de este galardón, que recordó con su decisión lo sucedido años atrás con el reconocimiento a Íker Casillas y Xavi, distinguidos primero como miembros de la selección de fútbol (2006) y, seis años después, a título personal. Porque, tal como explicaban con la boca pequeña algunos de sus miembros, el ambiente de las deliberaciones fue, cuanto menos, intenso precisamente por esta discrepancia de criterios. Como siempre, se daba por hecho que no había un nombre, sino muchos llamados a rivalizar entre ellos. Pero, como también viene siendo habitual, quedó encarrilado el sucesor, en este caso los sucesores, del Maratón de Nueva York.

Aunque, tal y como reza el protocolo, hasta las 12 del mediodía no se conoció oficialmente el nombre del ganador del Premio Princesa de los Deportes 2012, dotado con 50.000 euros, una escultura creada y donada por Joan Miró y un diploma e insignia acreditativos, lo cierto fue que la candidatura, presentada por José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, ganó con el viento en contra y con una división total en el jurado. Un voto decidió. Uno solo.

Los otros candidatos

A las puertas quedó el nombre del triatleta Javier Gómez Noya. Y, una votación más atrás, el de una nadadora que se ha convertido en leyenda viva del deporte español con su esfuerzo en el agua: Mireia Belmonte. La gran favorita se ahogó, inexplicablemente, en la penúltima ronda, cuando, curiosamente, había ganado todas las batallas anteriores.

Pau y Marc Gasol se engancharon al triunfo nuevamente en el interior del Hotel de la Reconquista. Sus palmarés los delatan. Éxitos con la selección española y con sus clubes tanto españoles como americanos. Campeones del mundo y dos veces de Europa y subcampeones olímpicos. Protagonistas de la última edición del partido de las estrellas de la NBA, en el que nunca una pareja de hermanos había pugnado en el salto inicial...

El Premio Princesa de los Deportes se rindió a la calidad de los hermanos de Sant Boi. A dos hermanos que se han ganado un espacio en la gran NBA. Dos hermanos diferentes. Uno, el mayor, más racional. El otro, reflexivo y, en ocasiones, impulsivo, que han tenido caminos diferentes para, ahora, coincidir e inscribir sus nombres en las páginas honor del Premio Princesa de los Deportes.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio El apellido Gasol agranda su leyenda