Secciones
Servicios
Destacamos
M. F. ANTUÑA
OVIEDO.
Domingo, 23 de octubre 2022, 01:41
La cosa fue de palmas. Las que sonaron, más o menos al compás, marcando el acento con los pies y en un eterno conteo, durante la hora de clase magistral que ofrecieron el guitarrista Emilio Ribera y el cantaor David Hernández en la Fábrica, ... y las que atronaron al final, espontáneas y con el público en pie para agradecerles a ellos tanto arte, tanta sabiduría y tanto buen humor. El taller 'Flamenco: de la raíz a los palos' que ayer ofrecieron en el marco de la Semana de los Premios fue un puro disfrute. Empezó con palabras, pero pronto la música lo llenó todo.
Emilio Ribera fue quien, antes de asir la guitarra y hasta romperse una uña en su afán didáctico, explicó los porqués del flamenco, sus orígenes. No dio una definición cerrada porque «es tan inmenso» que no la hay, pero sí acudió a la voz del recientemente desaparecido Manolo Sanlúcar para dejar claro que: «Un simple rasgueo, unas palmas, un taconeo o un quejío ya es flamenco». Eso, para empezar, que luego la complejidad de sus ritmos lo complica todo un poco. Pero en ese rasgueo, en esas palmas, en ese quejío puede estar lo que de verdad importa: «Nos transmite algo más que muchas músicas, porque hay una carga emocional enorme».
Yincana arqueo-ilógica
'El misterio del templo mexica. Una yincana arqueo-ilógica'. Hay varios tramos: 10.30, 11.30, 12.30 y 13.30.
Localizaciones: Parte del Museo de Bellas Artes, en el Palacio de Velarde. Dura 60 minutos.
El juego: plantea varias pruebas con base en una serie de extraños objetos que aparecen en Oviedo. Hay que revelar un secreto arqueológico.
Taller de biomateriales
Fab Lab Economía circular: los asistentes aprenden conceptos generales para la preparación de bioplástico.
Localización: es en la nave almacén de la Fábrica, a las 11 y 12.
Juegos olímpicos tradicionales
Actividad social: Distintos deportistas olímpicos asturianos capitanearán los Equipos Olímpicos formados por menores, algunos de ellos refugiados en Asturias. Compiten en bolos, llave, tiro de cuerda y tiro de palo.
Localización: Plaza de la Fábrica de Armas. Si llueve se traslada a Cañones.
Cine
Wall E: A las 12 horas, en la nave de Fundiciones. Se inscribe en las actividades para rendir homenaje a Ellen MacArthur.
El hombre de mármol: dentro del ciclo de cine polaco en homenaje a Adam Michnik. A las 19 horas, en Fundiciones.
Teatro
'La lengua en pedazos': en la nave Taller, a las 20 horas. Se pondrá en escena a cargo de la compañía Teatro del Barrio la obra con la que Juan Mayorga obtuvo el Premio Nacional de Literatura Dramática.
Instalaciones en la Fábrica
Proteínas' y 'Neural' : en la nave Almacén Comercial. En homenaje a los premiados de Investigación Científica de esta edición.
Arquitectura para situaciones de emergencia: antesala nave Almacén. Para rendir tributo a Shigeru Ban.
FabLab economía circular: nave Almacén. Dedicada a Ellen MacArthur.
Horarios: Hoy la Fábrica abre de 11 a 14 y de 16 a 21 horas. Para acceder a cualquier actividad y al recinto es precisa inscripción previa en la web de la Fundación Princesa.
Transmitir, esa es la cuestión. Y el flamenco lo ha hecho tan bien que de ser una música popular surgida en los entornos marginales ha dado el salto al mundo. «Rompió todas la barreras y es un arte culto». Pero el principio está en la primera mitad del siglo XIX en Andalucía, crisol de culturas cartaginesa, bizantina, romana, judía, árabe y, por supuesto, gitana. La llegada del pueblo gitano a la península parece ser el origen del flamenco, que vino, pues, muy probablemente desde la India en peregrinación por Europa hasta llegar aquí. En el siglo XV ya hay pragmáticas reales que hablan de cómo tratar a un pueblo siempre discriminado que no lo tuvo fácil en absoluto para adaptarse. Sus modos de vida errante les conducían a tener que asumir reglas «para contener y castigar la vagancia de los que hasta aquí se han conocido con el nombre de gitanos». No fue fácil y eso marcó su carácter: «Ese sufrimiento, esa manera de vivir, impregna dolor y también una alegría especial».
El caso es que el cóctel de Andalucía y los gitanos dio origen al flamenco. En un documento de 1837 se cuentan ya sesenta cantaores en aquella tierra y todos eran gitanos. En aquellos años primigenios no sonaban guitarras, aún no eran necesarias, y por eso cantó con voz desgarrada un martinete David Hernández, para mostrarle al público que llenaba la Nave Taller ese palo sin acompañamiento musical.
Pero la guitarra no cesó de acompañar durante todo el taller con Emilio Ribera explicando por qué nos resulta fácil seguir con palmas el ritmo del blues, el swing o la bossa nova, pero no tanto hacer lo mismo con una soleá o unas alegrías. El compás de cuatro por cuatro lo tenemos interiorizado y lo palmeamos sin problemas. Pero qué pasa cuando son doce los tiempos que hay que marcar. Eso sucede con la soleá y el conteo no se hace en pares iguales, sino de la siguiente forma: 3, 3, 2, 2, 2 (pruebe el lector a contar y palmear así: 1,2,3/4,5,6/7,8/9,10/1,2). Este ritmo es de la soleá, pero también el de la bulería, que ha de ir mucho más acelerado, y de la alegría («Tirititrán, tran, tran, tirititrán...»).
Pero la cosa se complica cuando hablamos de seguiriyas, otro palo fundamental. Y si en los anteriores cabían amores y otras cotidianidades, aquí «no se habla de pijadas». Su contenido ha de ser serio, es puro dolor («El carrito de los muertos pasó por aquí»). Pues bien, también se cuentan doce tiempos en ese estilo, pero básicamente al revés que la soleá, pero no exactamente. Es algo así: 2/2/3/3/2. El público lo intentó y hasta atinó en alguna ocasión: «¿Pero qué pasa? ¿Habéis venido todos de Jerez en un autobús»?, bromeó Ribera. Y que era broma quedó claro cuando le recordó al público aquella mítica frase de Lola Flores: «El que no sepa de compás que no haga palmas».
Estilos flamencos hay para aburrir, que si serranas, polos, caracoles, cabales y algunos que incluso no exigen compás, como es la caso de la malagueña. Pero también se da el caso de que, para facilitar las cosas, algunos como el fandango y los tangos, utilizan cuatro tiempos.
Pero hay un palo muy especial para Asturias con el que finalizaron su taller el guitarrista y el cantaor y ese es el garrotín. Nació en esta tierra en tiempo de la siega y los segadores gitanos se lo llevaron primero a Cataluña y luego a Andalucía.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.