«Necesitamos una política mundial que ponga fin a la contaminación por plásticos»

Sola, en mitad del océano, durante 71 días en los que dio la vuelta al mundo a vela, pulverizando el récord de velocidad en 2005, Ellen MacArthur entendió la importancia de aprovechar mejor los recursos. Y ayer tarde, a su llegada a Oviedo, volvió a lanzar la alerta que repite desde entonces: urge cambiar los hábitos de producción y consumo, necesitamos prácticas empresariales y políticas que aceleren la transición hacia la llamada economía circular, que utiliza los residuos para volver a producir nuevos productos. Y puso como ejemplo el plástico, uno de nuestros problemas más acuciantes: «Necesitamos un marco político mundial que ponga fin a la contaminación por plásticos desde la raíz».

Por eso pelea sin descanso desde hace doce años al frente de la fundación que lleva su nombre. Porque -como alertó- «está muy claro que no podemos seguir haciendo las cosas como antes, ya que nuestros recursos son finitos» y «las cifras de contaminación por plástico siguen subiendo». Solo un dato que a ella le sigue resultando «sorprendente»: «En el mundo se producen cada año dieciocho millones de toneladas de envases».

Abogó así por «un sistema económico que funcione a largo plazo, que haga del mundo un lugar mejor». Y, para ello, hay que dar el salto de la economía lineal, «del producir, usar y tirar», a ese círculo en el que los residuos tengan valor. Un empeño que no solo se sostiene con argumentos medioambientales, sino que cuentan con estudios económicos que hablan de «ahorros de miles de millones de dólares».

Una ecuación sostenible en la que el objetivo no es cerrar de forma brusca las empresas basadas en el viejo modelo, con la consiguiente pérdida de empleos, sino colaborar con ellas para generar nuevas oportunidades de trabajo. Pero, para lograrlo -insistió-, es necesario un esfuerzo global, de las potencias mundiales a los mercados emergentes, «voluntad política e innovación empresarial, porque no podemos olvidarnos de que vivimos en un mundo globalizado».