Pedro Duque

Premios Princesa de Asturias

«Los españoles empiezan a creer más en sí mismos»

-Hay mucha falta de racionalidad en todo el proceso. El país está yendo en no muy buena dirección y yo creo que la gente está un poco sorprendida de que con la buena dirección en la que vamos anden peleándose tanto.

-¿No le gusta esta crispación en la que andamos inmersos?

-Esto es fruto de gente profesional que se dedica y gana su dinero creando crispación y, de momento, les va muy bien.

-¿Optimista en cualquier caso?

-Totalmente. El país va bastante mejor, existen muchas cosas que todavía se tienen que arreglar, peso están puestas las bases y yo creo que sobre todo los españoles empiezan a creer en más en sí mismos.

-Y tenemos además otros dos astronautas españoles.

-Yo he trabajado tres años de ministro en preparar a España para que pudiera tener nuevos astronautas, así que para mí es una gran satisfacción, sin duda. No quería marcharme sin tener relevo.

-Ahora el debate científico está en torno a la inteligencia artificial.

-No es un debate científico en absoluto. La ciencia sigue funcionando por los parámetros que tenía de siempre y utiliza las herramientas que van apareciendo para mejorar el proceso de encontrar la verdad y, entre ellas, cuando te encuentras una cantidad gigantesca de datos es muy bueno utilizar estas herramientas. Por otro lado, sí que está pasando que muchas de las cosas que hacían las personas, que estaban relacionadas con lenguaje y la creación artística, podrían verse muy influenciadas por la aparición de las nuevas herramientas, que son capaces de coger un millón de cuadros al óleo existentes y hacer uno que parece que lo ha hecho una persona. Por tanto, los que hacen cuadros al óleo pensarán '¿Qué tengo que hacer yo?'.

-¿Pero es posible un Velázquez artificial?

-Sí, pero falta todavía mucha introducción de datos dentro de los ordenadores. Imaginemos: se cogen todos los datos de autor irrepetible y el ordenador es capaz de ver con detalle infinito cómo fueron los trazos, cómo las diferentes capas de óleo, los diferentes errores que corrigió, puede calcular la mecánica de cada uno de los trazos por cómo dejó la huella en el lienzo... Imposible no es.

-¿Velázquez va a dejar de ser irrepetible?

-Velázquez era unos miles de millones de neuronas colocadas de forma irrepetible.

-No es un debate científico, pero sí social y político.

-Totalmente, debe entrar en la política entendida como el arte de llevar los asuntos de la polis, de la regulación correcta, el fomento de lo bueno y el tratar de no fomentar lo menos bueno para la sociedad. Sí, hay que entrar ahí y ver hasta dónde. ¿Tenemos que regular los programas de inteligencia artificial que creen imágenes? En mi opinión, sí. Puedes crear todas las imágenes que quieras, pero hay que decir que esa imagen se ha hecho de forma sintética y no responde a una foto real. Esa es una parte de la regulación. Que los trabajos de fin de carrera de texto se pueden hacer con herramientas de inteligencia artificial, habrá que regularlo. Ahora lo que hacen, nos decía un profesor que está en el jurado, es que si has utilizado inteligencia artificial, no pasa nada, pero tienes que decir qué ordenes has dado y el profesor evalúa la pertinencia de las órdenes. Pero lo peor de todo es que esta industria de crear desavenencia que existe, que tiene unas páginas web y factura por ello, porque es negocio, tiene la posibilidad de crear fotos y vídeos falsos. Y lo van a hacer.

-¿Y esto exige cooperación internacional?

-Regulación internacional, sí, porque si los vídeos falsos los crean en Bielorrusia...

-¿Qué más asuntos requieren de una cooperación internacional extraordinaria?

-Muchísimos. Los más gordos de la humanidad, que son el hambre del mundo, la ausencia de agua potable, el acceso a la medicina. Y luego hay que añadir uno nuevo: los efectos sobre la gente que tiene menos recursos de la virulencia del clima, que cada vez va a ser mayor puesto que estamos aumentando la temperatura. De vez en cuando surgen personas e instituciones que hacen más de lo que les exige en su trabajo para resolver estos asuntos y solemos premiar a ese tipo de gente.