Patricia Espinosa: «Los jóvenes son un mensaje de esperanza»

La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Patricia Espinosa, llegó a Oviedo ayer a primera hora de la mañana, y a las pocas horas se sentaba ante un auditorio dispuesto a escucharla en la facultad de Económicas de la Universidad de Oviedo. Desde el estrado, animó a que la sociedad sea «más respetuosa» con el clima, y destacó la actitud «mucho más proactiva y consciente» de los jóvenes, lo que ella interpreta como un «mensaje de esperanza». Espinosa ha realizado estas afirmaciones durante la conferencia que ha impartido en la Facultad de Económicas de la Universidad de Oviedo, en la víspera de la ceremonia de entrega del Premio Princesa de Asturias de la Cooperación Internacional 2016, junto con el Acuerdo de París sobre cambio climático, que según ella supone una «señal de esperanza» y es una «agenda para la transformación» del planeta y el desarrollo. Los países se comprometieron en la capital francesa a «volver al equilibrio» y lograr que a partir del año 2050 en adelante las emisiones contaminantes procedentes del transporte y otras actividades humanas puedan ser «absorbidos por la naturaleza».

Espinosa explicó que el incremento de medio grado de la temperatura en el planeta implica «catástrofes y efectos devastadores muy superiores» a los que ya se están registrando. En España, alertó, el incremento de dos grados en la temperatura conllevará «más sequía y olas de calor superiores» a las registradas hasta ahora. En opinión de la excanciller y diplomática mexicana existe un «reconocimiento de responsabilidad» contemplado en el Acuerdo de París, y también precisó que muchas de las acciones contra el cambio climático «no se oponen al desarrollo económico».

En su intervención defendió que la Unión Europea ha desempeñado un papel «importante» en la labor de lucha contra este fenómeno, y que lo sigue haciendo con la «ratificación exprés» del Acuerdo de París, en el que ha destacado el cambio de posición de Estados Unidos y China. El objetivo es estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero e impedir la interferencia perjudicial del ser humano en el sistema climático.