Miguel Falomir | Director del Museo del Prado

Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

«No hay incompatibilidad entre la actividad digital y la contemplación directa de las obras de arte»

-El Prado Extendido se extiende en Asturias más que en ningún sitio. Hace poco se incorporaban al Museo de Bellas Artes nuevos fondos del museo nacional.

-El proyecto está en marcha y está desarrollándose, lo que ocurre es que el éxito no depende solo del Prado, sino también de aquellos museos que estén interesados en acoger obras y en ese sentido los hay más activos y más pasivos. Probablemente, el más activo con mucho sea el Museo de Asturias y es por eso que es el que está recibiendo más y mejores fondos y el que lleva el proyecto más desarrollado. La relación con el Bellas Artes es inmejorable.

-¿Llegarán más depósitos entonces?

-El proceso está abierto, habida cuenta de cómo está resultando, ¿por qué no?

-En Asturias tenemos obras en ciernes, ustedes tienen ya en marcha las del Salón de Reinos.

-Es un proyecto que desde que se anunció hasta que empezaron las obras pasó un tiempo. Al final empezaron a finales de julio del año pasado y avanza bien, aunque tratándose de un edificio histórico, y pese a que se habían hecho todo tipo de catas arqueológicas preventivas, siempre se puede encontrar cualquier vestigio inesperado, como ha sucedido, lo cual pospondrá unos meses el final del proyecto, que en principio debería estar terminado para diciembre de 2025.

-¿Y qué significará ese momento para el museo?

-Significa mucho. Hay que pensar que el Museo del Prado no ha dejado de ampliarse desde hace tiempo, pero las últimas ampliaciones estuvieron todas enfocadas a dotar al equipamiento de aquellos servicios que necesita un museo del siglo XXI, pero no para exponer más obras. Es decir, la gran ampliación, la que diseñó Rafael Moneo, procuró al museo talleres de restauración, acceso a exposiciones temporales, actividades que antes tenían lugar en salas del museo, de modo que en ese sentido se ha ganado un poco de espacio, pero ninguna fue concebida específicamente para exponer más obras. Ahora sí, está concebida para exponer algunas de esas obras importantes que todavía están en los almacenes. Y es una gran posibilidad que se nos brinda.

-¿Qué le faltará entonces al museo? ¿Lo tiene todo?

-Un museo está en constante transformación. Forma parte de una sociedad que no es estática y tiene que tener los oídos bien abiertos a cuáles son las demandas de la sociedad e ir evolucionando constantemente para satisfacerlas. En ese sentido, es difícil pensar en un museo como el Prado como algo cerrado.

-Pero están que se salen. Hasta les dan premios en TikTok.

-Hay que estar al tanto de lo que son las nuevas tecnologías y es evidente que redes como TikTok son una forma muy eficaz de llegar aun público joven que, a lo mejor, no está familiarizado con otros medios de comunicación tradicionales. Se ha constatado desde la pandemia hasta aquí un rejuvenecimiento del público del museo, supongo que son muchos los factores que lo explican, pero quiero pensar que uno de ellos es esta mayor actividad en redes sociales.

-¿Usted es capaz de disfrutar de una obra de arte en la pantalla?

-Hombre... Si no hay más remedio. A uno le gusta más verla en directo. Pero en este sentido tengo que decir que yo no he visto incompatibilidad entre lo que es la actividad digital y la contemplación directa de las obras de arte. Al revés, creo que ser activos en redes, tener una web potente lo que hace es alentar a mucha gente a trasladarse al Museo del Prado.

-Parece que vamos a tener una nueva ley de mecenazgo. ¿Qué espera de ella?

-Ojalá. Me parece maravilloso. Cualquiera que sea el avance será un avance. Y, sobre todo, es importante que tenga en cuenta que siendo como es clave la contribución púbica también lo es la de los particulares y las empresas y, en ese sentido, es verdad que en España teníamos una cierta anomalía con respecto a los países de nuestro entorno. No solo los anglosajones, que a veces tendemos a ver este tipo de actividades de mecenazgo vinculadas a ellos y hay países con cultura latina como Francia que tienen una ley de mecenazgo extraordinaria.

-¿Qué sensación le produce ver el 'Aníbal' de Goya en su museo tras tanta polémica con la Fundación Selgas?

-Está estupendamente bien. Fue un regalo de la Fundación de Amigos, es una obra de Goya muy importante para la colección del Museo del Prado.

-¿Estas fundaciones como la Selgas tienen que tener más control?

-No lo sé. Ahí no entro. Tengo por principio no pronunciarme sobre instituciones que no son el Museo del Prado.