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pablo antón marín estrada
Mieres
Lunes, 15 de octubre 2018, 16:12
La periodista mexicana Alma Guillermoprieto monopoliza hoy las actividades en torno a los Premios Princesa. Ella fue la primera en llegar, ayer a última hora de la tarde, y hoy se trasladó al IES Sánchez Lastra de Mieres para participar con 526 alumnos de 25 centros asturianos en un encuentro englobado dentro del programa 'Toma la palabra', en el que los chavales trabajan a lo largo del año de cara a poner en común con alguno de los premiados. Los estudiantes asturianos elaboraron 46 periódicos que le mostraron a la Premio Princesa de Comunicación, en el que fue el primer acto de la Semana de los Premios en el que participaba alguno de los galardonados. Con todos charló, para todos tuvo una sonrisa, y se mostró encantada con el caluroso recibimiento que le dispensaron.
Después, varios de los chavales le hicieron una entrevista colectiva a la periodista. Y de ella salieron interesantes titulares. Como cuando le preguntaron sobre la verdad en el periodismo. «La verdad no existe», les dijo, «sino lo que cada uno de nosotros puede acercarse a una realidad que siempre es muy compleja». En su opinión, «nunca vamos a poder percibir la realidad en su totalidad, sino un pedacito de ella». También defendió la fuerza de la palabra escrita. «Una imagen no vale más que mil palabras, nos estimula la imaginación, pero no nos ayuda a comprender en su complejidad la noticia», opinaba ante los chavales. «¿Por qué necesitamos comprender? Porque las noticias, en muchas ocasiones, nos llegan repletas de terror y el terror es paralizante. Si tenemos a nuestro alcance un texto largo, explicativo y nos tomamos el tiempo de leerlo, entendemos más y se nos quita el miedo», recomendó.
Sobre la dicotomía inglés-español -su idioma de trabajo y su idioma de cuna-, explicaba que «el inglés es el instrumento con el que trabajo desde hace 40 años, mientras que el español, para mí, es como estar en casa y en zapatillas». Para ella, el inglés representa la ironía. El español, el sarcasmo.
También se interesaron los alumnos sobre las muertes de mujeres en su país. «En México, el narco detrás en muchas ocasiones de los asesinatos de mujeres», explicó. Unos asesinatos que se suman al feminicidio que se da por todo el mundo. «Hay una revolución en el mundo de la mujer y, siempre que hay una revolución, hay una contrarrevolución. En este caso, el feminicidio forma parte de esa contrarrevolución», denunció.
Habló también de las series que, como 'Narcos', idealizan en ocasiones a los delincuentes. Dijo que ese tipo de ficciones hacían un daño espantoso en México, porque muchos niños ven a los narcos como ejemplos a seguir. «No son glamurosos, son unos miserables y tienen la vulgaridad de la cultura de la violencia. Hay alguna serie que se salva por que se les da voz a las víctimas, pero otras como 'Narcos', en mi opinión, son perjudiciales». Dijo también no sentirse atraída por escribir ficción. «La realidad siempre me ha parecido fascinante: salir con un cuaderno y un lápiz a descubrir el mundo es mucho más excitante que la ficción, que en comparación es mucho más aburrida», explicaba. Gran parte de las preguntas que le dirigieron los estudiantes estuvieron relacionadas con su oficio y su opinión acerca de la información en el mundo actual. No en vano, el encuentro se llamaba 'Periodistas con Alma' –jugando con el nombre de la ilustre invitada–. «Hay mucho periodismo de inmediatez y muy poco periodismo explicativo, en parte por razones económicas. Y si nos centramos en América Latina hay demasiado periodismo de protesta y poco de voz calmada que explique las causas de la situación tan tremenda que nos toca vivir», declaró. Defendió el compromiso moral en el ejercicio de la profesión de los informadores. «En Internet se ven videos relatados por una 'voz en off' de robot: nosotros no podemos ser esa voz robotizada, debemos interpretar la realidad y es importante que lo hagamos con una perspectiva amplia, partiendo de una situación que nos permita hablar de muchas cosas y no de una sola, porque la realidad es compleja».
La galardonada con el Princesa de Asturias de la Comunicación había comenzado su intervención ante los alumnos relatando el error involuntario que cometió en uno de sus primeros trabajos periodísticos (un inoportuno tropezón en una entrevista al dictador Somoza durante la guerra sandinista). Ello le dio pie a encomendarles su primer consejo por si algún día optaban por seguir la profesión periodística, con validez para la vida en general. «No se atormenten demasiado con sus pequeños errores, siempre van a cometer muchos más y van a aprender de ellos más que de sus logros. Y ahora les escucho yo a ustedes», manifestó, antes de dar paso a las preguntas.
Los aplausos de los niños la arroparon y volverían a resonaron en Mieres para despedir a Guillermoprieto.
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