El colorido vuelve a la alfombra azul

Las ansias de normalidad se palpaban en las inmediaciones del Auditorio Príncipe Felipe mucho antes de que empezaran a sonar las notas del XXIX Concierto Premios Princesa de Asturias. Volvieron las pancartas con mensajes para la Familia Real, decenas de personas con los móviles en la mano para no perderse detalle de cuanto acontecía e inmortalizarlo y, por parte de invitados y autoridades, regresaron por la puerta grande los atuendos de gala que el año pasado no se pudieron lucir como manda la ocasión por culpa de la pandemia.

La primera que quiso con su 'look' regresar a la época precovid fue doña Letizia, que apostó de nuevo por los adornos de plumas para su primer encuentro con los asturianos en la presente edición de los Premios Princesa. La elección, esta vez, no fue un corsé como en 2019, sino un vestido midi de color verde apagado y aplique de plumas con el que la Reina mantiene su gusto por un atuendo sofisticado para la tarde del concierto. Mangas cortas mariposa, escote en forma de barco y una abertura en la parte inferior de la espalda. Como complementos, doña Letizia escogió unos zapatos de salón y un clutch de color metalizado. En el pelo, una favorecedora coleta que daba protagonismo a la espalda acampanada y abierta.

La Princesa de Asturias puso la nota de color a la llegada de la Familia Real a un auditorio con muchas ganas de aplaudir y celebrar. Doña Leonor lució un vestido rosa fucsia de largo midi y, como es habitual en su estilo, silueta 'wrap'. Lo combinó con sus zapatos favoritos, unos salones de charol beige como los que lució hace un año, en la anterior gala de entrega de los Premios Princesa de Asturias. Doña Leonor optó lucir la melena suelta con una onda muy marcada.

Su hermana, en cambió, optó por la discreción. Lució un sencillo vestido midi de color azul intenso de la marca Ángel Schlesser, con cuello redondo, media manga y detalle drapeado en un lateral. En el calzado, optó por unas princesitas de color negro de la firma Martinelli. El pelo, también suelto, con tirabuzones para adornar su larga melena, también habitual en su estilo.

La Familia Real llegó puntual a la cita y, aunque no pudo acercarse a los centenares de personas que les esperaban con ilusión, sí agradecieron y saludaron a los presentes desde el primer momento en que se bajaron de los coches.

Las ganas de retomar la normalidad en unos Premios Princesa se notaban en cada gesto y cada recoveco. La espera para poder celebrar unos premios tras los de la edición pasada medidos por el coronavirus se hizo tan larga que los invitados empezaron a llegar mucho antes de la hora de inicio del concierto, fijada a las siete y media de la tarde.

Los atuendos escogidos por las invitadas decían mucho, porque el color, como sinónimo de resistencia y forma de volver a celebrar la vida, fue la nota dominante en la cita, con permiso del indispensable y siempre recurrente negro. Los aledaños del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo se tiñeron de morados, naranjas, rosas, verdes -esperanza-, azules, rojos, blancos y hasta plateados y estampados florales y rayados. Hubo algún tocado y hasta una pamela, muchas melenas sueltas y recogidos de todo tipo, hasta falsos 'bob' para combinar con vestidos, dos piezas y los habituales aunque menos llamativos trajes masculinos.

Las encargadas de poner el colorido a la tarde y de hacerlo con radiantes sonrisas escondidas tras la obligatoria mascarilla, entre otras muchas, la empresaria Alicia Koplowitz, la presidenta de Fade, María Calvo; la delegada de Gobierno, Delia Losa; la presidenta de Duro Felguera, Rosa Aza; la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo del Principado, Berta Piñán, y la de Educación, Lydia Espina; la vicepresidenta de la Junta, Celia Fernández; la presidenta del Partido Popular de Asturias, Teresa Mallada, y la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo.

El concierto congregó en sus butacas a lo más granado del sector político, empresarial y social asturiano. Graciano García, director emérito de la Fundación Princesa; Adrián Barbón, presidente del Principado; el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, y su predecesor, Santiago García Granda; Laureano Lourido, presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón; Juan Carlos Rodríguez-Ovejero, presidente de la Ópera de Oviedo; Alfondo Palacio, director del Museo Bellas Artes; Pablo Junceda, director general del Banco Sabadell; el director del Ridea (Ramón Rodríguez); Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón; Ignacio Ybarra, presidente de Vocento; José María González, presidente del Consejo de Administración de EL COMERCIO, y su director, Marcelino Gutiérrez, participaron en la antesala de la entrega de los Premios Princesa.

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