Premios Princesa de Asturias de Ciencias Sociales | Portes ve necesario adoptar medidas para evitar que haya «refugiados del clima»

El sociólogo ha hablado de los movimientos migratorios y su aportación al capitalismo mundial, así como su contribución a la situación actual de España. Al final de la charla ha sido preguntado precisamente por si la sociedad actual estaba preparada para el cambio ambiental. El flujo de emigrantes por esa causa puede suponer un fenómeno «totalmente nuevo», ha advertido Portes, que ya ha dicho que hay países que están comprando terrenos para desplazar a su población.

Se ha referido Portes a la ciudad estadounidense de Miami, que ha comentado que se «hundirá» en un plazo de cien años «si las cosas siguen así». Por eso ha insistido en que es necesario anticiparse a ese problema, para evitar consecuencias «dramáticas».

En su conferencia, Portes de ha referido a las consecuencias que ha tenido el capitalismo en los últimos años, generando desindustrialización, desigualdad creciente y privación relativa. Son cuestiones que están generando problemas como el populismo o movimientos xenófovos.

Ha dicho Portes que las mismas compañías que deslocalizan sus factorías dejando «pueblos vacíos» y un gran descontento en la población, se encargan de promover en los países más desfavorecidos la idea de que pueden acceder a la sociedad de consumo del primer nivel. Mientras en otros periodos de la historia la población de determinados países se desplazaba a la fuerza, ahora viajan costeándoselo todo ellos en búsqueda de ese sueño capitalista.

Portes ha señalado la necesidad de poner en marcha iniciativas para frenar «flujos incontrolados», hablando con los países de origen y generando programas legales de entrada.

Para el sociólogo sería importante realizar estudios acerca de los emigrantes que han llegado a su destino de forma ilegal. «Sabemos poco hasta ahora de ellos y habría que saber si pueden suponer una alternativa para frenar la despoblación», ha comentado. Para Portes, la emigración puede suponer una «amenaza», pero también un «recurso» a la hora de afrontar cuestiones como la caída de la demografía.