Las mil presencias de Serrat en Asturias

Pocas plazas no ha tocado el barcelonés, admirador total de Quini. En Gijón, todas, de la plaza de Toros al Jovellanos, del mítico Jardín al Entoldado; en Oviedo, más de lo mismo, y en octubre le espera el Campoamor con la puerta grande abierta de par en par. Pero es que también ha estado en la Semana Negra el siempre comprometido autor que se contaba entre los amigos de Tini Areces y que es confeso admirador de las delicias gastronómicas de esta tierra, con especial gusto por los oricios, plato obligado siempre que la temporada lo propiciaba.

«Yo me defino como un hombre fundamentalmente tolerante, que cree en la coexistencia de diversos pensamientos para riqueza colectiva y, en esta tolerancia, solidario y, en esta solidaridad, implicado en el cada día de la gente. Pero uno no tiene más forma de definirse que con sus actos», decía a este periódico en una entrevista en el año 2001 en una de esas múltiples visitas para actuar. Toda una declaración que hoy resuena con más fuerza y verdad.