Isabel Muñoz: «La fotografía vive un momento mágico con luces y sombras»

-¿Cómo lo lleva?

-Sé del alcance que tienen estos premios para las personas que los reciben, así que para mí es un momento muy especial porque yo soy una contadora de historias y de aquí salen muchas historias que merecen ser contadas.

-Se ha llevado muchos premios la fotografía de los Príncipe y Princesa. ¿Se sienten bien tratados como disciplina artística?

-Totalmente. Siempre se ha reconocido a la fotografía y más ahora.

-¿Se puede hacer arte con un móvil?

-Estamos viviendo un momento mágico con luces y sombras que nos está dando muchas posibilidades a la hora de crear. Se puede hacer arte con un teléfono móvil, lo que es importante es transmitir emociones y contar cosas.

-¿Cómo discernir el arte en medio del bombardeo de imágenes?

-Cada uno de nosotros terminamos esas imágenes. Y las que de verdad te llegan, las que te emocionan, son las buenas. Cuando nosotros no estemos los nuevos historiadores se servirán de esas imágenes que quizá no son arte pero sí que transmiten cosas que a veces no nos permiten contar. Estamos viviendo un momento especial y mágico.

-Es documento de la historia reciente a fotografía. Y ahí el bombardeo es continuo. ¿Nos va a dejar de conmover el dolor de la guerra de tanto mirarla?

-El dolor del otro espero que no nos deje de conmover, porque en el momento que no seamos capaces de sentir ese dolor será preocupante para todos, para las civilizaciones que vienen, para mis nietos. La forma más intensa de sentir es sentir al otro.

-¿A dónde enfoca usted?

-Siempre tengo la mirada amplia para cualquier historia que me emocione. Ahora estoy metida en los orígenes del arte, con el tema de las cuevas de Cantabria, también con los asuntos del calentamiento global a través del mar y también temas sociales. Ahora estoy siguiendo a unos oftalmólogos maravillosos que dedican una semana de sus vacaciones en operar y quitar la ceguera en países de África. No puedo parar. Tenemos el privilegio de poder contar historias y eso nos mantiene vivos.