«Estamos aquí para arropar a la Familia Real»

Aplausos y móviles en alto recibieron ayer a la Familia Real a su llegada al Teatro Campoamor. Centenares de personas los estaban esperando, desde hacía horas, para ovacionarlos y, sobre todo, «para arroparlos», como confesaba Cristina Herrero, la directora de comunicación de Concordia Real Española. «Nos encanta mostrarles nuestro apoyo y transmitirles una vez más que Asturias está volcada con ellos», decía, al tiempo que desplegaba un paraguas que había creado la asociación para esta ocasión. «Hemos querido que la Princesa Leonor vea el cariño que le tenemos y hemos producido cien paraguas con el color de su escudo de armas», contaba orgullosa.

Muy cerca de ella, las veinteañeras María Patrón y Nerea Alonso compartían esa euforia. Ellas estaban viviendo la segunda alfombra azul de su vida y, visto lo visto, parece que, en el futuro, asistirán a unas cuantas más. «Vinimos el año pasado y quisimos repetir», confesaban. «Nos hace mucha ilusión ver a los Reyes y hay que aprovechar la vez al año que vienen por Asturias», añadían.

Manuela Secades, sin embargo, es ya toda «una veterana» de esta cita otoñal. «Antes los veía desde casa por televisión, pero me gusta más venir aquí a animar a doña Letizia y a don Felipe», prometía. Y, como ella estaban Julia García y su grupo de amigas, quienes se sentían encantadas con «el ambiente festivo» que por allí había. «La gente está feliz porque es un día de celebración», opinaban. «Esto es muy bueno para Oviedo», proseguían, antes de reconocer que, un poco, también les gusta ir «por ver a la gente famosa, por cotillear», se reían.

No tienen de qué avergonzarse porque no son -ni mucho menos- las únicas a las que les presta echar un ojo a todo lo que por allí ocurre. «Esto nos da glamur», opinaba Pilar García. Ella, junto a su nieta Elsa, estaba disfrutando muchísimo de esa tarde tan especial. «Yo creo que culturalmente, a esta ciudad, le viene muy bien que se celebren los Premios», apuntaba.

Y, a muy pocos metros, las argentinas, de Buenos Aires, Mónica Fraga y Olga Castañino, no daban crédito a lo que veían sus ojos. «Vinimos en un tour y no teníamos ni idea de que íbamos a poder ver esto, pero coincidió y estamos felices», prometían. Ellas no dejaban de sacar fotos y de intentar enterarse de quienes eran cada uno de los que se encaminaban decididos hacia el Campoamor. «Nos gustaría ver a los Reyes», deseaban. No habría mejor manera para ellas de completar su viaje a España.

Evidentemente, su deseo se repetía entre todos los presentes, por muy lejos que estuvieran de la entrada al teatro. Aunque, si no los veían, se conformaban con «ver el ambiente y a la gente que estamos acostumbradas a ver en la tele», como señalaban las hermanas Carmen y Malena Gutiérrez. Para ellas, esta cita permite que «Oviedo se vea en el mundo», a ritmo de gaitas y tambores.

Y, precisamente, esperando por la aparición de los Reyes, la Princesa y la Infanta estaban varias decenas de gaiteros, con los nervios instalados en el fuelle. «Este es un día muy emocionante para nosotros, diría que es el mejor día de todo el año para las bandas porque nos damos a conocer y nos lo pasamos pipa», contaba Susana Rodríguez, de la banda La Reina del Truébano.

A ella, junto a sus compañeros, le tocaba poner melodía a esta tarde que, para algunos asturianos, es de «fiesta y de celebración», pero, sobre todo, es el momento perfecto para arropar a la Familia Real y recordarles que, cada octubre, tienen una cita con el pueblo asturiano.