La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, votando ayer durante el pleno del Congreso de los Diputados. EP

Junts endurece su discurso migratorio ante el auge ultra en el secesionismo

Puigdemont fijó el objetivo del traspaso de la gestión migratoria en la conferencia de Bruselas

Jueves, 11 de enero 2024, 10:38

La llegada hace medio año a la alcaldía de Ripoll (Girona) de Sílvia Orriols, de Aliança Catalana, formación de extrema derecha independentista, ha metido el miedo electoral en el cuerpo a las fuerzas secesionistas. Sobre todo a Junts, que tiene una parte de su electorado ... muy próximo a posiciones ultras, ya sea en materia migratoria o en lo identitario.

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La amenaza de Orriols de aprovechar su éxito local como plataforma para presentarse a las catalanas, dentro de un año, podría hacer mucho daño a los de Puigdemont, que se jugarán la presidencia de la Generalitat en un pulso a tres con el PSC y ERC. Las distancias no son muy grandes entre ellos, por lo que a nada que Orriols obtenga representación, si es a costa de Junts o le 'roba' miles de votos, el perjuicio puede incluso decantar la presidencia de la Generalitat.

Carles Puigdemont ya hace tiempo que tiene asumido que el debate sobre la migración será clave en el futuro. En la conferencia de Bruselas del pasado mes de septiembre, en la que fijó las condiciones de la negociación para investir a Pedro Sánchez, ya anticipó que la custión competencial migratoria estaría sobre la mesa en cuanto echara a andar la legislatura. «Tenemos la mayor tasa de inmigración de toda la península, el 16,2%, más de dos puntos por encima de la de Madrid, y no tenemos competencias ni recursos para gestionarla», dijo entonces. Solo Baleares, con el 18%, tiene un porcentaje de población extranjera superior a Cataluña.

La reclamación del traspaso de las políticas migratorias estuvo también sobre la mesa en la reunión que celebraron PSOE y Junts en Ginebra en diciembre, con el mediador. . «Este es su tema», señalan fuentes del Govern, refiriéndose a Junts, que en un primer momento, tras la desaparición de Convergència, se situó ideológicamente en el centro izquierda, pero ya se va resituando en el centro derecha convergente.

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Estas mismas fuentes señalan que Junts se propone abanderar este debate ante el temor por la irrupción de la extrema derecha secesionista que se aprovecha de los votantes desencantados del 'procés' y que recela de ERC y de Junts, pues ambos partidos, aunque con diferencias, han apostado por una vía pragmática de negociar con los socialistas.

Ninguna encuesta hasta la fecha sitúa a Aliança Catalana en el Parlament. Esta formación lidera la alcaldía en Ripoll y tiene presencia con concejales en dos ayuntamientos más, uno de ellos Manlleu (Barcelona). Front Nacional tiene también una alcadía tiene representación en Manresa. Son casos puntuales, pero Junts le ha visto las orejas al lobo y hace meses que ha endurecido su discurso sobre inmigración para tratar de que no se le vayan sus votantes más radicales. Una parte de ese electorado puede irse a la extrema derecha secesionista y otra parte a la candidatura unilateralista que promueve la ANC junto a la exconsejera Clara Ponsatí.

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Cónclave nacionalista

De entrada, la formación del expresidente de la Generealitat prepara un cónclave para fijar su posición en política migratoria y mañana, en su consejo nacional, podría ya dar algunas pistas. Como anticipo, los alcaldes de Junts de la comarca del Maresme, en Barcelona, han puesto el grito en el cielo ante lo que consideran un aumento de la delincuencia, que atribuyen a extranjeros. Días atrás, estos alcaldes escenificaron un frente común para exigir la expulsión de los delincuentes reindidentes que se encuentren en situación irregular en España.

El secretario general del partido, Jordi Turull, avanzó ayer cuáles son los objetivos de la formación cuando pacta con los socialistas la delegación de las competencias en inmigración a la Generalitat. Según dijo en Rac-1, quiere un traspaso «integral» para tener la capacidad de que el Govern pueda decidir la expulsión de migrantes multirreincidentes. «Hemos de mirar en qué condiciones se les puede expulsar», dijo. «Ningún alcalde está satisfecho de que haya personas en su pueblo que hayan reincidido 210 veces», remató. Oriol Junqueras afirmó que «abrazar discursos de extrema derecha», pone en «riesgo la cohesión social».

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