Torra menosprecia al TSJC

En esta ocasión, Torra se ha acogido a su derecho a no declarar. Si en su primer caso penal reconoció en dos ocasiones que desobedeció (lo hizo en su declaración inicial ante el juez y en el juicio), hoy ha mantenido silencio. Su comparecencia apenas ha durado tres minutos y no ha contestado a ninguna de las partes. Uno de los argumentos que esgrimió en su primera causa es que si desobedeció a la Junta Electoral fue porque no la consideraba una autoridad superior y competente para darle órdenes. En esta ocasión, quien le dio la orden para retirar la pancarta fue el TSJC. No obstante, el presidente de la Generalitat, en una comparecencia posterior desde el Palau de la Generalitat, ha cargado contra el tribunal, al que ha acusado de no ser neutral y de tener ya escrita la sentencia condenatoria. Torra ha vuelto a presentarse como una víctima de la «represión»cdel Estado y ha situado su causa penal como una prueba más de la «persecución política» contra el independentismo.

El dirigente nacionalista está a la espera de la sentencia del Supremo que podría suponer su inhabilitación como jefe del Ejecutivo catalán y su cese automático, lo que abriría un periodo de incertidumbre, toda vez que JxCat y ERC siguen sin ponerse de acuerdo sobre qué hacer tras la eventual condena. En su alocución desde la sede del Govern, ha proclamado que la independentista es una «causa justa de una minoría nacional». Y sobre el hecho de que solo haya permanecido tres minutos ante el tribunal, se ha excusado en que tenía mucho trabajo y «mejor acabar aquí». Torra ha ironizado sobre la puesta en escena de Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso el lunes en el Gobierno de la Comunidad de Madrid ante 24 banderas. «Aquí solo hay una», ha ironizado. El presidente de la Generalitat ha sido arropado en el TSJC por dirigentes de todos los partidos secesionistas y entidades sociales.