Torra anuncia medidas «radicales y extremas» contra los mossos racistas

Tanto el consejero de Interior como el jefe de los Mossos han mostrado su rechazo más enérgico contra cualquier tipo de actitud racista. Ha sido el consejero Buch quien ha hablado expresamente de expulsarles. «Exigiré su expulsión inmediata del cuerpo», ha dicho, cuando sepa los nombres de los responsables de los hechos y sus presuntos encubridores. Eso sí, el caso está bajo investigación judicial y ha apuntado que si no han tomado medidas más contundentes, más allá de apartarles de su cargo, retirarles de la calle y asignarles funciones de oficina, es porque quien determina quién es el autor y los encubridores es el juez. Buch ha reconocido que el audio le «repugnó» y le hizo sentir «vergüenza».

Los seis agentes, ha señalado, están sancionados preventivamente con una falta tipificada como grave en el reglamento del cuerpo. «Ni una brizna de complicidad con el racismo», ha señalado. La CUP ha acusado a los Mossos de «racismo institucional». «No son casos aislados, son estructurales», según la diputada María Sirvent. Buch lo ha reducido a un caso aislado. ERC habló ayer de que los Mossos deben acometer cambios estructurales a partir estos hechos. Pero tanto Torra como Buch han evitado ahondar en la división en el seno del Govern, ya que no solo Esquerra cuestiona la labor del consejero de Interior (de JxCat), sino también una parte de sus compañeros de filas. El titular de Interior ha asegurado que desconocía el caso y se ha desvinculado también de la polémica en torno a Jordi Arasa, el comisario que fue ascendido a jefe de los antidisturbios de los Mossos dos meses antes de ser condenado a dos años de prisión, su segunda condena por mala praxis policial. Si logró el ascenso, ha afirmado, es porque superó las pruebas y las oposiciones internas a las que se someten los funcionarios.