Torra acusa a Sánchez de «asfixiar» a Cataluña

El dirigente nacionalista ha elevado el tono contra el Ejecutivo pero no ha reivindicado la autodeterminación como en la reunión anterior, sino que se ha centrado en las cuestiones económicas. Más recursos y más soberanía es la nueva receta del secesionismo que se prepara para cargar en el Gobierno central la situación económica que se deriva de la crisis de la pandemia. «Con nuestro presupuesto no podremos encarar las reclamaciones y comprometeremos las políticas sociales», ha advertido.

Respecto el reparto de los 16.000 millones de euros anunciados por el Ejecutivo como fondo autonómico, Torra ha lamentado los «vaivenes» en los que a su juicio incurre el Gobierno español. Los nuevos criterios suponen para Cataluña una pérdida de decenas de millones de euros, según los primeros cálculos realizados con el vicepresidente Aragonès. «¿Por qué siempre es Cataluña quien debe asumir todos los gastos?», ha criticado.

El presidente de la Generalitat exige al presidente del Gobierno «la necesidad de tomar medidas económicas urgentes y hacerlo ahora», y ha criticado que las soluciones que propone el Ejecutivo español son «para final de años o inicio del próximo año». El jefe del Ejecutivo catalán ha insistido en que no poder contar «hoy por hoy» con todos los recursos que se necesitan es insoportable para Cataluña y de «gran gravedad». Regresa con fuerza la cuestión del déficit fiscal y el 'España nos roba', sin que se llegue a mencionar. Vuelve el victimismo económico de la época de Artur Mas.

El Govern prevé pérdidas en el sector del turismo de 15.000 millones de euros, en el sector del comercio de 9.500 millones de euros, de 1.000 millones de euros en el sector de la cultura y en el tercer sector de 850 millones de euros. Por ello, Torra reclama 15.000 millones para hacer frente a la crisis. 5.000 millones deben ser transferencias directas del Estado para los gastos acreditados en inversión sanitaria. Además, pide que España solicite al MEDE de la UE en nombre de Cataluña, un préstamo de 5.000 millones, el 2% del PIB catalán, subir al 1% el techo de déficit, un incremento que supondría 2.500 millones de euros adicionales de liquidez y disponer los 2.500 millones del superávit de los ayuntamientos.