«Solo podemos gastar, hay de tope el millón ochocientos»

En este sentido, el propio constructor, Juan Antonio Fernández Fernández, reconoció en sede judicial haber sido advertido por el Montepío de que «solo podemos gastar, tenemos de tope el millón ochocientas», en referencia al presupuesto de contrata. Este proceso, según consta en el informe, se repetía con la mayoría de proveedores. «Se ha podido observar un claro paralelismo a través del cual quedaría demostrada una maniobra mediante la que se habrían generado facturas falsas que obedecerían a servicios no prestados o sobrevalorados. Esta facturación ficticia habría supuesto un incremeto a los proveedores en lo que respecta a la construcción de la residencia», abundan los agentes.

El informe recoge también numerosas declaraciones en sede judicial de diferentes proveedores que desgranaron la forma de operar que imperaba en el proyecto. Uno de ellos incluso confiesa que, a través de un intermediario, se le requirió emitir una factura falsa para poder trabajar en la obra de Felechosa. «Es lo que hay si quieres empezar a trabajar», aseguró que le espetó entonces el intermediario. El administrador de otra de las subcontratas relató también durante su declaración en sede judicial que habría preestablecido con la constructora alguno de los precios como «requisito previo» para poder participar en la obra. «Si una factura era de mil euros, teníamos que poner mil doscientos. Un 20% más. Y entonces nos pagaba en pagaré o talón y nosotros teníamos que devolverle el 20% ese», afirmó.

Al hilo de esto, el instalador eléctrico del complejo geriátrico, también reconoció haber escuchado que el personal que trabajaba en la obra «tenía que pagar comisiones por trabajar ahí» y que estas cantidades se habrían abonado en un bar de la localidad de Pola de Lena.

Son este tipo de declaraciones, las que validan la hipótesis de la existencia de una presunta caja B gestionada por la constructora, Alcedo de los Caballeros. «El administrador podría haber aunado una importante cantidad de dinero en efectivo fuera de los canales financieros oficiales. Esto coincidiría con la hipótesis de que los fondos regularizados por José Ángel Fernández Villa y José Antonio Postigo tendrían su origen en los sobrecostes de la residencia de Felechosa», señala la Guardia Civil.

En conclusión, un estudio policial permitió contrastar la utilización «desmesurada de cantidades de dinero en efectivo» por parte de estos proveedores durante el transcurso de la obra. En total, según recoge el informe de la Guardia Civil, se retiraron casi 2,8 millones entre los años 2009 y 2012.