Sánchez no aclara qué medidas va a tomar para «la regeneración democrática»

Pedro Sánchez reconoce que a lo largo de sus cinco días de retiro en las dependencias privadas de la Moncloa se planteó dimitir por el bien de su familia, señaló en una entrevista de RTVE. Hay dos motivos, explicó, que le hicieron echar marcha atrás de sus pensamientos. El primero es que su esposa, sobre la que pesan de momento dos investigaciones judiciales por un supuesto tráfico de influencias, le habló claro: «Begoña (Gómez) fue la primera en decirme que no podía dimitir».

Su segundo baluarte para mantenerse en la Moncloa, aseguró el líder socialista, lo interiorizó con las concentraciones del pasado sábado en la que miles de simpatizantes socialistas le reclamaron no tirar la toalla a lo que se sumó el apoyo sin fisuras que percibió desde el PSOE. «Estos cinco días los necesitaba yo pero también la ciudadanía», dice el presidente en la entrevista en RTVE que impugnaron Esquerra y el PP ante la Junta Electoral Central al considerarla propaganda.

Lo que no dejó claro el presidente del Gobierno en el ente público es que nuevas medidas piensa impulsar en lo que él mismo definió a la mañana como «un punto y aparte». Sí habló de la necesidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial tras cinco años de mandato prorrogado ante la falta de acuerdo entre PSOE y PP.

Incluso no descartó un cambio legislativo para que parte de los vocales del máximo órgano de gobierno de los jueces sean designados por una mayoría absoluta del Congreso en lugar de los tres cuartos de diputados que dicta la actual ley, un requisito que obliga a un pacto entre socialistas y populares. «Se explorarán posiciones», señaló el jefe del Ejecutivo. Una de ellas es el plan presentado por el actual presidente interino del CGPJ. Vicente Guilarte, elegido como vocal a propuesta del PP, propone desligar los nombramientos del Poder Judicial de los partidos políticos.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, instó este lunes a Sánchez a retomar la ofensiva frente a la derecha con una ambiciosa agenda social. Eh Bildu y el Bloque Nacionalista Galego se sumaron a esta propuesta que, para desgracia de las fuerzas progresistas, sigue sujeta a la aritmética parlamentaria a los designios de Junts, una fuerza independentista y conservadora.

Sánchez también reconoció no haber reaccionado a tiempo frente a lo que su juicio son falsas denuncias judiciales promovidas por la derecha extrema. Y también atacó a Alberto Núñez Feijóo al que considera cómplice de los ataques contra su esposa Begoña Gómez. «Sé por donde va a ir Feijóo y que no va a parar», afirmó el jefe del Ejecutivo tras asegurar que su periodo de reflexión le ha dado fuerza para mantenerse al frente del Gobierno.

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