La reforma de la administración incluirá la supresión de duplicidades en el sector público empresarial

El 'adelgazamiento' del sector público se suma así a la reforma de la administración asturiana anunciada también por el presidente del Principado para adaptar los recursos humanos existentes al nuevo escenario, si bien insistiendo en que no se pretende realizar recortes en el número de funcionarios sino de reordenar la plantilla actual para reforzar los servicios en los que existen carencias de personal y reducir los equipos de trabajo allí donde sea posible. Ésta será una tarea del vicepresidente del Gobierno, Juan Cofiño, que este jueves tomaba posesión del nuevo cargo como consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, después de que el presidente autonómico adoptara una serie de modificaciones en el organigrama inicial del Gobierno regional para que este departamento asumiera las competencias de función pública, hasta ahora en manos de la consejera de Presidencia, Rita Camblor. Por su parte, la tarea de adelgazar la estructura del sector público ha sido encomendada a la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, cuyo departamento asume ahora la gestión jurídica del sector público, hasta ahora también en manos de la titular de Presidencia.

En todo caso, el presidente del Principado quiso incidir en que la asturiana ya es una Administración «austera» con 81 altos cargos (sin tener en cuenta a los interventores y secretarios técnicos), y 50 asesores «para casi 37.000 empleados públicos». «Hay mucha demagogia con ese tema», respondió Barbón en relación a las críticas por el exceso de 'chiringuitos' políticos.

Feve

Barbón lamentó también la situación que atraviesa la antigua Feve y pidió al Gobierno central que sea «valiente» y adopte una solución a lo que él mismo calificó como «la crónica de una muerte anunciada». El presidente asturiano atribuyó esa responsabilidad a la falta de inversión por parte de los sucesivos gobiernos de España y pidió al actual Ejecutivo central que adopte soluciones para no dejar morir este servicio «por inanición«. Y es que, anotó, el parque móvil «tiene tanto años como yo». Eso sí, rechazó de forma tajante la posibilidad de asumir las competencias en materia ferroviaria dado que, a largo plazo, podría generar un déficit estructural en las cuentas autonómicas como ha ocurrido en otras comunidades que recibieron esa transferencia.