La FSA defiende los indultos como «medida de convivencia» y el PP habla de «humillación»

«Pedro Sánchez ha traicionado a los españoles», criticaba Teresa Mallada, presidenta del PP asturiano, convencida de que «un partido que negocia la soberanía nacional con independentistas y batasunos humilla a los españoles». Y apostilló: «Ese partido es el de Adrián Barbón». El partido que considera «una lástima que la derecha carezca de más alternativa que la división, crispación y exclusión».

Los indultos han puesto de relieve, aún más si cabe, las diferencias entre izquierda y derecha. Según el coordinador autonómico de Ciudadanos, Nacho Cuesta, «el indulto no es un simple perdón, es un ultraje a la Constitución y las leyes, una concesión al independentismo». Es más, cree que «cuando Sánchez habla de restablecer la concordia, miente. Este no es el fin del conflicto político, es una patraña del presidente del Gobierno».

Podemos, en cambio, apuesta por el diálogo: «Que se aborde en su conjunto la construcción territorial del país. En una sociedad moderna, resolver los problemas de convivencia política debe hacerse en el marco institucional, con generosidad», defendía ayer su secretario de Organización, Rogelio Crespo.

Aparte de que «se trata de una medida, la de gracia, que forma parte de las prerrogativas que la Constitución y las leyes permiten y por tanto tienen toda la legitimidad». puntualizó Ovidio Zapico, al frente de IU. «Es una prueba de generosidad de la democracia española y también la fortaleza del Estado», añadió, aprovechando la ocasión para recordar que «los mismos que ahora reprochan el indulto lo utilizaron a mano abierta en materias como fraude y corrupción».

Y vuelta a la derecha: «Sánchez solo está preocupado por seguir durmiendo en Moncloa. Además de que faltó a su palabra», afirmaba el secretario general de Foro, Adrián Pumares. En cuanto a Vox, Ignacio Blanco catalogó sin reparos los indultos de «acto de alta traición contra la voluntad de la mayoría de españoles» y acusó al presidente del Gobierno de «tener secuestrada la soberanía nacional».

Los sindicatos también se mojaron en la tormenta política que cayó ayer. Javier Fernández Lanero, de UGT, entiende que «es el momento de hacer política en Cataluña para solucionar el problema, y no del problema hacer política». En cuanto a José Manuel Zapico, de CC OO: «Los problemas políticos se resuelven haciendo política. Lo demás es ruido, confrontación y populismo de derechas».