Puigdemont vuelve a jugar la baza electoral de pedir el voto para que regrese a Cataluña

Incluso, ha apuntado que la inmunidad ya funciona antes de recoger el acta, en cuanto sean comunicados los resultados electorales. Además, según ha señalado para recoger el acta no hace falta desplazarse físicamente a Madrid.

Puigdemont se presentó a los comicios catalanes con el reclamo de que si ganaba las elecciones, volvería como presidente al Palau de la Generalitat. Esta mañana ha matizado y ha dicho que prometió que regresaría si era investido y que como no ha sido elegido presidente, aún no ha vuelto. «Llevo un año esperando mi investidura», ha reprochado.

Puigdemont propone un desafío a la justicia española. El exalcalde de Girona ha señalado que no es incompatible ser candidato a las europeas y ser diputado en el Parlamento catalán y que llegado el caso tendrá que decidir a cuál de las dos actas renuncia. Pero también ha señalado que si en este periodo de tiempo, el Parlamento decide investirle presidente, volverá como jefe del Ejecutivo catalán.

Ha insistido en que no es necesario recoger el acta de europarlamentario en la Junta electoral central en Madrid. A su juicio, de acuerdo a sus abogados, el reglamento de la Eurocámara señala que el Estado español solo tiene que comunicar el resultado de los comicios y dar a conocer la lista de diputados elegidos. «Este es el camino para tener acta», ha dicho. También ha amenazado con que dará la batalla legal en los tribunales europeos.

Sobre la estrategia de JxCat en el Congreso, ha afirmado que la consigna que tendrán los diputados neoconvergentes, que ha calificado de «moderados», será «desbloquear la democracia y bloquear el 155». «No vamos a Madrid a mercadear bajo la mesa», ha apuntado. Ha señalado que «todo es posible», pero solo se planteará permitir la eventual investidura de Pedro Sánchez si el Gobierno habla del derecho de autodeterminación.

Puigdemont ha evitado valorar las declaraciones que unos y otros han hecho en el juicio sobre la declaración unilateral de independencia, sobre si fue real o solo simbólica. «Hablaré tras la sentencia», ha señalado, argumentando que no quiere decir nada que pueda perjudicar a los acusados. «Si el juez tiene interés, que me cite como testigo», ha retado.

Sí ha replicado al lehendakari, Íñigo Urkullu, que durante su comparecencia en el juicio apuntó que el expresidente se echó atrás en su intención de convocar elecciones por la presión de su partido y de las protestas en la calle. «No fue así», ha afirmado de manera categórica. «A Urkullu le falta una parte de memoria o del relato», ha precisado. Según su versión, el único acuerdo que existía era que convocaría elecciones si había garantías explícitas de que no se aplicaría el 155, que se retiraría la Guardia Civil y se pondría punto final a la intervención de las cuentas a la Generalitat.