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M. E. ALONSO
MADRID.
Jueves, 11 de marzo 2021, 03:02
El Ejecutivo de Fernando López Mirás tiene las horas contadas. Ciudadanos, el actual socio de los populares en la Región de Murcia, se ha aliado con el PSOE para presentar una moción de censura que amenaza con poner fin a 26 años de Gobierno del PP en esta comunidad y siembra de incertidumbre el futuro de la alianza de Pablo Casado e Inés Arrimadas en el resto de España. Este movimiento también involucra al ayuntamiento de la capital, gobernado hasta hoy por populares y liberales.
Según el acuerdo, los naranjas presidirán el Ejecutivo autonómico mientras que los socialistas estarán al frente del Consistorio. La candidata que sustituirá a López Miras al frente del Gobierno será Ana Martínez Vidal, actual portavoz del Ejecutivo autonómico y líder regional de Ciudadanos. El PSOE, con 17 diputados, y Ciudadanos, con seis, suman mayoría absoluta en la Asamblea de Murcia. La formación naranja alcanzaría así su primera presidencia autonómica en un momento de gran debilidad tras el descalabro de Cataluña y con los críticos reclamando a Arrimadas la convocatoria de una asamblea general para este año.
«La Región de Murcia necesita de un Gobierno regenerador, defensor de la ética pública, de la trasparencia, que sea capaz de generar una esperanza en la ciudadanía, en nuestro futuro como región, y que supere tiempos anteriores en los que el descrédito, la corrupción y la vergüenza han sido el triste legado que el Partido Popular ha dejado», señala el documento presentado.
En el ayuntamiento murciano la aritmética es más compleja y necesitarán de la abstención de los concejales de Unidas Podemos. En este caso, será el portavoz del PSOE en el consistorio, José Antonio Serrano, quien se presente como alcalde de Murcia para sacar al popular José Ballesta de la alcaldía.
Desde Génova acusan de deslealtad a los liberales. «Es un acuerdo de Ciudadanos con PSOE y con Unidas Podemos. Es decir, Arrimadas pacta con Iglesias. Permite que los radicales puedan gobernar en Murcia», señalaron fuentes de la dirección del PP tras desayunarse con la noticia. El acuerdo se precipitó en las últimas horas pero tiene su origen en el deterioro sufrido por la relación entre liberales y populares en los últimos meses, especialmente después de que los de Arrimadas forzasen la dimisión del consejero de Sanidad del PP por el escándalo de las vacunaciones irregulares. Pero ha sido la disposición de López Miras a aprobar el veto parental como le exigía Vox lo que ha terminado por romper la cuerda. «Es una gran irresponsabilidad. Y trae una enorme inestabilidad», insisten desde el PP.
«El PP nos ha empujado a esta situación. Los murcianos no se merecen más escándalos. Solo nos hemos encontrado trabas y excusas; no podemos seguir siendo cómplices», dijo ayer la coordinadora autonómica de Ciudadanos y próxima candidata a la presidencia del Gobierno regional, Ana Martínez Vidal.
«Los dos partidos (Ciudadanos y PSOE) estamos convencidos de que es necesario un cambio de escenario para dar estabilidad. Quiero transmitir un mensaje de tranquilidad y de esperanza a todos los ciudadanos», añadió la que está llamada a convertirse en la próxima presidenta de la Región de Murcia. «No podemos gobernar con un partido que contrata espías y denuncia a sus socios de coalición», se reafirmó Martínez Vidal, que hasta ahora ejercía los cargos de consejera de Empresa y portavoz del Gobierno murciano.
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