Pablo Iglesias da las gracias «a la gente de Felgueras» y avisa: «El odio no frena nuestro trabajo»

Por su parte, la ministra de Igualdad, ahondó en esa misma idea, señalando al «miedo y odio» de la «extrema derecha» como arma que utilizan para el «avance de la democracia y los derechos sociales». «Su agresividad es su debilidad», concluyó.

Tanto en los mensajes de Pablo Iglesias como de Irene Montero, se repiten los agradecimientos al lugar donde se encontraron hospedados como a 'Casa María', «por traernos la mejor fabada que hemos comido nunca». Precisamente, este establecimiento se vio obligado a realizar ayer una publicación en su perfil de Facebook a raíz de los ataques que estaban recibiendo: «Nuestra casa se desvincula totalmente de cualquier inclinación ideológica, siendo el respeto y la educación lo único que prima entre nosotros», se podía leer.

La alcaldesa de Lena, Gema Álvarez, también mostró ayer su preocupación, tras la imagen que estaba proyectando el municipio. «Todos los políticos, sean del signo que sean, tienen derecho a disfrutar de su vida privada», subrayó.

La familia tomó la decisión de regresar a Madrid después de que apareciesen mensajes en las redes sociales con la ubicación del lugar en el que se encontraban en los que animaban a pasarse a «saludar». Apareció además una pintada en la carretera en la que se leía «coletas, rata».

La familia se hospedaba en una casa de la familia de Enrique Santiago, actual secretario general del PCE y diputado de Unidas Podemos. Este, denunció en las redes sociales el «acoso» protagonizado por una «extrema derecha» que «supura odio». Para él, también tuvo palabras de afecto Pablo Iglesias en su publicación de hoy en Twitter: «Gracias a Enrique y a su familia por ser los mejores anfitriones»; unas palabras que hizo extensivas a «Ramón, minero jubilado y rojo que está orgulloso de que su hijo sirva en la Guardia Civil y que hizo que mis hijos vieran por primera vez gallinas, patos, ocas y caballos».

Irene Montero también aprovechó la ocasión para trasladar su agradecimiento a «quienes entregáis tiempo y esfuerzo para conquistar más derechos. Tenemos memoria. No hace tanto que por ser de izquierdas, sindicalista, por defender la democracia o por ser homosexual, la extrema derecha te perseguía».

La familia, ya a su llegada a su residencia habitual en Galapagar, fueron víctimas de otra concentración de varias personas, que increparon al vicepresidente y la ministra durante más de una hora, según han indicado fuentes de su entorno.

Se trataba de las mismas personas que se concentran a diario desde el pasado 15 de mayo frente a su domicilio, y contra cuyo organizador Iglesias interpuso una querella hace unos días.